La organización ubicó sus naves a unas 46 millas náuticas del enclave gazatí, a unos 85 kilómetros de distancia de su meta: romper el bloqueo e impulsar un corredor humanitario. Autor: Tomada de X Publicado: 02/10/2025 | 03:55 pm
«Seguimos navegando», informaron voceros de la Flotilla a la opinión pública mundial, que manifiesta apoyo a su misión en numerosas ciudades, especialmente en Europa.
La Global Flotilla Sumud confirmó que unos 22 barcos de la expedición humanitaria, siguen rumbo a la Franja de Gaza, a pesar del violento asalto del ejército sionista en aguas internacionales.
La organización ubicó sus naves a unas 46 millas náuticas del enclave gazatí, a unos 85 kilómetros de distancia de su meta: romper el bloqueo e impulsar un corredor humanitario.
«Las intercepciones ilegales de Israel no nos disuadirán. Continuamos con nuestra misión para romper el bloqueo y abrir un corredor humanitario», añadió la organización en Instagram.
Tomas Becker, abogado estadounidense de derechos humanos, a bordo de uno de los barcos que lleva varios periodistas, confirmó a través de Telesur que
proseguían viaje en aguas internacionales.
Israel abordó las naves de la Flotilla a unas 80 millas náuticas de la Franja, informó la edición española de Huffington Post.
En ese punto marítimo interceptaron al Alma, Aurora —con Greta Thunberg abordo—, también el Dir Yasín, Grande Blu, Hio, Huga, Morgana, Otaria, Seulle, Spectre, Yulara y el Sirius. En este último barco viajaba la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, precisó.
Además del asalto de Israel, la Flotilla ha denunciado que la Armada israelí «ha embestido deliberadamente» a una de las embarcaciones, ha atacado a otras con cañones de agua y ha cortado las transmisiones de los barcos, dejándolos incomunicados, añadió el diario.
Al Jazeera confirma que hay abogados a bordo de los barcos que están documentando ya violaciones de derechos humanos, que serán procesadas y
enviadas a la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
El asalto israelí a la Flotilla recibió una airada respuesta popular inmediata en las calles de ciudades europeas y muchas otras naciones.
En Barcelona, centenares de personas se concentraron de forma espontánea frente al consulado de Israel y lanzaron huevos contra el edificio, a pesar de la protección policial.
El sistema educativo español se sumó a la protesta en atención a una convocatoria del Sindicato de Estudiantes, que llamó una huelga nacional, con concentraciones en plazas, facultades y escuelas bajo el lema «¡Paremos el genocidio contra el pueblo palestino!».
La indignación estalló también en Italia. Miles de personas marcharon en Roma, Nápoles, Milán, Turín y Genova tras confirmarse el apresamiento israelí de la Flotilla. En la capital, unas 10 000 personas recorrieron el centro hasta la sede del Gobierno.
También en Bruselas, Berlín y Atenas se produjeron concentraciones frente a ministerios y edificios oficiales, siempre con un denominador común: la
denuncia de la inacción de la Unión Europea frente a la actuación de Israel.
Un acto ilegal
El ex embajador británico Craig Murray, uno de los redactores de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, explicó por qué los asaltos y detenciones de la Global Sumud Flotilla por parte de Israel son ilegales.
En total, Murray ha ofrecido cinco argumentos para demostrar que «el ataque israelí a la Flotilla es claramente ilegal»:
La Flotilla se encuentra en alta mar y no en el mar territorial de 12 millas de Israel. Israel no tiene jurisdicción. El bloqueo marítimo israelí ha estado vigente durante 17 años y es una parte intrínseca de la ocupación a largo plazo que la Corte Internacional de Justicia considera ilegal. Por lo tanto, no se trata de una medida de corto plazo en tiempo de conflicto armado como se especifica en el manual de San Remo.
En cualquier caso, las reglas de San Remo establecen explícitamente que no se pueden bloquear los suministros humanitarios. La Comisión de Investigación de la ONU ya ha determinado que Israel está cometiendo un genocidio. El bloqueo es claramente parte de la maquinaria de dicho genocidio.
Estos cinco motivos son, según ha argumentado Murray, suficientes para declarar ilegal el asalto israelí de la Flotilla en aguas internacionales y, por lo tanto, como susceptible de ser investigado por las autoridades europeas.