Acuse de recibo
Antonio Tella es parqueador del hotel Comodoro, en el municipio habanero de Playa. Y desde que comenzó allí, en diciembre del pasado año, le llamó la atención una ambulancia especializada, marca Citroen, modelo Jumper, chapa HVY-280, perteneciente al Grupo Cubanacán, que hace meses está inmovilizada allí bajo sol, sereno y lluvia.
Al indagar el porqué, le dijeron que había que examinarla mediante una computadora para saber cuál era la rotura, pero eso cuesta 300 CUC, y no tenían ese dinero para pagar el servicio. Además, hay allí otros vehículos también de Cubanacán, al parecer rotos, que dejan sin solución.
«Sabemos que estamos en momentos difíciles —apunta Antonio—, pero ¿está tan mal Cubanacán que no puede sacar 300 CUC para salvar una ambulancia especializada, que debe haber costado miles de dólares? Y aunque hubiera sido una donación, ¿no necesitamos ese tipo de vehículos?
«¿Es correcto que cualquier organismo deje un vehículo, desbaratándose al sol y la lluvia durante meses? ¿No tiene Cubanacán un taller o local techado para poner esa ambulancia y evitar que continúe deteriorándose?».
Las preguntas de Antonio me exoneran de cualquier juicio.
El pasado 4 de marzo reflejé la queja de Caridad Franquis, residente en el reparto Santa Amalia, del municipio habanero de Arroyo Naranjo, sobre un televisor marca Selectrón que adquirió en julio de 2009, con dos años de garantía, el cual se había averiado tres veces en un año y dos meses.
Caridad contaba que tuvo que gastar cien pesos para pagar a un «botero» y llevar el televisor al taller de Diez de Octubre, porque no brindan ese servicio en casa. Y solicitó le devolvieran los 300 CUC que le costó, pero le denegaron esta última reclamación.
Al respecto, responde Mario Hierro García, gerente general de la División Tecnológica de CIMEX, que los servicios de garantía regulados por el MINCIN, y el reglamento de garantía de CIMEX, fijan como primera opción la reparación del equipo, incluso aunque se encuentre en los primeros siete días de comprado.
Adicionalmente, precisa, establece el préstamo de un equipo para las reparaciones que superan los 30 días. Y la reposición solo se contempla para aquellos casos en los cuales no hay solución posible al alcance de la entidad. Para refrigeradores, lavadoras, cocinas de cuatro hornillas y televisores mayores de 25 pulgadas, lo regulado es que el reporte se realice en el Centro de Servicios Técnicos, y la reparación se ejecute en visita al domicilio del cliente. Los televisores menores de 25 pulgadas, como el de Caridad, el cliente debe llevarlos al Centro de Servicios Técnicos.
Refiere que en este caso, una vez concluido el proceso de análisis y comprobación del tratamiento dado, en el cual se recopilaron evidencias y se entrevistó al jefe del Centro de Servicios Técnicos de Diez de Octubre y al técnico que atendió a Caridad y reparó el equipo, se comprobó que no hubo violaciones de procedimientos ni mala calidad en las reparaciones ejecutadas.
«Las roturas del televisor —precisa— estuvieron relacionadas con un solo defecto inicial, y el resto de las roturas fueron por falsos contactos, lo que desde el punto de vista técnico no se considera como algo vinculado con el comportamiento del equipo; valoración que se tuvo en cuenta para determinar sin lugar la solicitud de reposición del equipo en la primera reclamación del cliente».
Aclara que ante una nueva reclamación de Caridad, por su inconformidad con las reparaciones, y con independencia de que el televisor ya no presentaba problemas técnicos, el 4 de abril se decidió por la Dirección de Comercio Minorista de CIMEX acceder a la reposición con carácter excepcional, la cual se realizó el 14 de marzo.
Informa también Hierro que la marca y el modelo de Caridad no tienen identificados problemas técnicos relacionados con su calidad.