Acuse de recibo
El pasado 7 de abril reflejé la queja de Mirtha Tundidor, del barrio habanero de Mantilla. Ella, asmática crónica grado III, con bronquiectasia-enfisema, ha sido internada varias veces en el hospital Julio Trigo, y le prescribieron un balón de oxígeno en su casa.
En consecuencia, la doctora de la posta médica, con el resumen de historia clínica, le dio el certificado, el cual fue valorado por el director del policlínico y la trabajadora social. Después, llevó el documento a la farmacia de La Palma, pagó el servicio y ha esperado por algo tan necesario para su vida, sin resultado.
Responden los doctores Camila de Armas y Ricardo Colomé, vicedirectores de Salud en la provincia de La Habana, que la paciente fue visitada y examinada por especialistas en Neumología del Hospital Benéfico Jurídico.
Se comprobó que su médico de familia le extendió el certificado médico, en el cual consta el diagnóstico de bronquiectasia y asma bronquial grado III. Y ella realizó el trámite en la farmacia, sin recibir el oxígeno en su domicilio con la inmediatez requerida.
Precisan que, de acuerdo con lo investigado, en el certificado médico no aparece el diagnóstico de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), para el cual se requiere dicho servicio.
Agregan que las demandas del servicio de oxígeno superan las posibilidades de la planta de Gases Industriales del Ministerio de la Industria Básica, por lo cual no satisfacen la necesidad de tales pacientes; y han establecido prioridades.
Aun así, agregan que hubo deficiencias en el control y seguimiento por el área de salud. Le aplicaron a la doctora del consultorio médico el traslado a una plaza de condiciones laborales diferentes por tres meses; a la doctora jefa del Grupo Básico se le demovió del cargo; al vicedirector de Asistencia Médica del policlínico se le trasladó a un cargo de menor remuneración por seis meses.
A la directora del policlínico la amonestaron públicamente ante el Consejo de Dirección; al técnico de Atención a la Población de la Empresa Provincial Minorista de La Habana del Este lo separaron definitivamente de la entidad. Y al vicedirector administrativo de la Empresa Provincial Minorista de Medicamentos del Este, le aplicaron una amonestación pública ante el Consejo de Dirección, por responsabilidad colateral.
A Mirtha le fue instalado de inmediato el oxígeno a domicilio, y se están revisando los casos en espera, concluyen los doctores Camila y Ricardo.
El 30 de marzo reseñé la queja de Fernando López (Avenida Camilo Cienfuegos 308, entre Calixto García y Los Maceo, Guantánamo), quien contaba que Cimex había instalado una carpa en Camilo Cienfuegos esquina a Los Maceo. Y el centro, desde su apertura en diciembre de 2010, trajo molestias a los vecinos con la música estridente.
La queja se atendió con los trabajadores del centro, el administrador y el gerente de Cimex en la provincia. Pero las gestiones hasta ese momento fueron en vano.
Ahora responde Amaury Francisco Martínez, gerente general de Cimex en Guantánamo, que una comisión se entrevistó con los vecinos, y comprobó que «ciertamente, en varios turnos de trabajo se habían violado los niveles de la música, causando molestias a los vecinos del área…». Precisa que tras el análisis, decidieron cambiar de puesto a los responsables de la indisciplina y se les notificó un acta de advertencia al resto de los trabajadores.
Manifiesta el directivo que el 1ro. de abril se visitó a los vecinos, y el remitente no se encontraba. Los entrevistados refirieron que al inaugurarse la carpa ponían la música muy alta, pero que después todo había cambiado.
Los vecinos, dice, reconocieron que la música actualmente ya no es problema, pues la difunden de forma moderada. A ellos se les facilitó, además, el número de teléfono de la entidad para, en caso de situaciones similares, notificarlo para adoptar las medidas necesarias.
Agradezco la respuesta, pero inquieta que la Gerencia de Cimex en la provincia ahora responda por lo que no fue capaz de atender en su momento.