Acuse de recibo
Son intrincados los laberintos para trámites de vivienda. Y uno no puede deslindar hasta dónde se complican por procedimientos burocráticos, o por frenos que adicionan las conductas de quienes prestan esos servicios.
Miriam Betancourt (Calle 9, entre Independencia y Carretera Final, reparto Vista Alegre, Ciego de Ávila) sufre la tramitación del habitable de una casa, con la Dirección Municipal de la Vivienda (DMV) y la Unidad Municipal Inversionista de la Vivienda (UMIV).
Una vez presentados los documentos al respecto, fue visitada por la arquitecta en agosto de 2010 y por el técnico de la UMIV en noviembre de ese año. Y aún no tiene respuesta.
Explica la lectora que cuando el técnico de la UMIV visitó su vivienda, en noviembre de 2010, entregó los documentos. Pasado el término de 30 días, el obstáculo era que faltaba una firma. Al otro mes, en la oficina de Trámites le informaron que su expediente estaba extraviado. El 16 de febrero de 2011 volvió a Trámites y le dijeron que los documentos estaban en poder de la Jefa de Departamento, quien estaría de vacaciones hasta el 22 de ese mes.
Exhausta de esperar, al fin el martes 17 de febrero Miriam pudo entrevistarse con el director de la UMIV, Juan Carlos Gil, quien le prometió que personalmente se ocuparía de su caso, y le instó a que volviera una semana después. Miriam volvió, y se sorprendió al plantearle Juan Carlos que la solución no estaba en manos de él y no podía hacer nada.
«Toda esta demora —dice—, va a provocar que expire el término para adjudicarme la propiedad, lo cual constituye un daño hacia mi persona», y enumera los perjuicios sufridos, gastos, agobios de gestiones y ausencias laborales.
Cuenta que al final recibió una diligencia de emplazamiento de la Directora Municipal de Vivienda, que dilata más la solicitud de adjudicarse la propiedad, mediante declaratoria de herederos que vencía el pasado 9 de marzo. «Un trámite de habitable con término de 30 días dilatado por siete meses sin saber fecha de culminación».
Rosa García y otros 13 vecinos de Ayuntamiento, entre Medio y Milanés, en la ciudad de Matanzas, denuncian el ensordecimiento a que son sometidos por un espacio al aire libre en esa cuadra, y donde se difunde música rock hasta las 12 de la noche los días entre semana y hasta las dos de la madrugada los sábados y domingos.
No es que les moleste el rock, pero consideran que un sitio de esas características no debe entorpecer la paz del vecindario, por lo cual debía tener una ubicación más alejada de áreas residenciales. Al respecto, han hecho gestiones infructuosas con el Gobierno provincial y la Dirección Provincial de Cultura, entre otros organismos.
Adjuntan la copia de una respuesta de Ángel Alfonso, director de la Unidad de Medio Ambiente del CITMA, a Reynold Miguel Díaz, presidente del Consejo de la Administración Municipal de la ciudad, la cual señala que «dicha actividad no es propia de ser ubicada en un área urbana que pueda causar afectaciones a los vecinos, violándose el artículo 147 de la Ley 81/97 de Medio Ambiente, la NC 26/07 “Ruido en zonas habitables, requisitos higiénico-sanitarios”, todo lo cual está tipificado como contravención en el decreto Ley 200/99, artículo 11, inciso a, por lo que consideramos con razón la queja formulada».
Los vecinos señalan que cuando se va a remodelar un local con cambio de uso, debe presentarse una solicitud a la Dirección Provincial de Planificación Física (DPPF), para que sea remitida a consulta con los organismos involucrados. Pero en el CITMA no se recibió esa consulta para emitir los criterios correspondientes. Por ello, agregan, se personaron en la DPPF y allí les informaron que tampoco había sido consultada, lo cual viola la Resolución 91 del 2006 del Ministerio de Economía y Planificación.
«Esta problemática ocurre en reiteradas ocasiones, y recomendamos que se tomen medidas para que se cumpla la legislación establecida. En el caso que nos ocupa, la queja debe ser consultada también con el Centro Provincial de Higiene y Epidemiología, que son los compañeros que tienen los equipos para realizar las mediciones», concluye.
Así, ¿por qué los vecinos siguen sufriendo on the rock?