Acuse de recibo
Hoy traigo la respuesta de Raúl Cervantes Mesa, vicepresidente del Consejo de la Administración Municipal (CAM) de Arroyo Naranjo, en la capital del país, a las reclamaciones de varios ciudadanos de ese territorio, aparecidas aquí el 25 de mayo pasado, y relativas a servicios telefónicos otorgados que luego les fueron negados.
El primer caso fue el de Urbano Rodríguez, de San Isidro 122, entre María Elena Baluja y Esperanza, en el reparto Managua. Planteaba entonces que en junio de 2006 habilitaron capacidades telefónicas en su consejo popular, y como le informaron que el área de asignación abarcaba hasta su casa, llenó su planilla de solicitud.
Luego del análisis por la comisión territorial, en agosto de 2006 se situaron los listados con los solicitantes a quienes se les había otorgado el teléfono. Y Urbano aparecía entre ellos. El 21 de noviembre convocaron a los beneficiarios a firmar los contratos con ETECSA, y fue cuando a Urbano se le comunicó que no aparecía en la lista, porque su vivienda no estaba comprendida en el área beneficiada. ¿Dónde está el teléfono asignado?, preguntaba entonces el afectado.
Al respecto, el vicepresidente del CAM lamenta profundamente lo sucedido, y aclara que, efectivamente, la dirección de Urbano no estaba comprendida en la oferta de esa ocasión, y para probarlo nos hizo llegar varios documentos fotocopiados que precisan las cuadras de instalación del servicio. Y no aparece la del reclamante.
El asunto, precisa, es que la comisión violó lo establecido en cuanto al área de disponibilidad ofertada, cuando presentó al solicitante en la lista de los aprobados.
Agrega Cervantes que, como consecuencia de tal queja, se realizó una investigación, la cual dio como resultado que se liberara de sus funciones a la compañera que estaba al frente de la comisión, por haber violado la política de distribución establecida.
Y al propio tiempo señala que lo anterior se le explicó a Urbano por parte del Consejo de la Administración Municipal y de los funcionarios de ETECSA.
En cuanto a similar queja de Marjori Martí, vecina de Libertad número 65-E, entre Lonja y María Luisa, Mantilla, apunta que fue bien distinto, pues la reclamante no había sido aprobada por la comisión territorial.
El tercer caso era el de Eva Soledad García, residente en calle Primera, número 8, entre Calzada de Managua y A, en Mantilla: ella manifestaba que en octubre de 2006 le otorgaron el servicio telefónico, y cuando fue a firmar el contrato, detectaron que se habían cometido errores al tomarle el número de su carné de identidad, por lo cual aparecía distorsionado en el listado enviado por ETECSA. Y, cuando me escribió, luego de apelar al CAM y a ETECSA, Eva no había recibido respuesta alguna.
A propósito, recalca Cervantes que en ese caso Eva estaba a la espera de la rectificación de los errores, «pues cuando el contrato tiene alguna dificultad, se le explica que será citada por los compañeros de ETECSA». Y eso lo conocía Eva.
Finalmente, el 13 de junio fueron a instalar el servicio telefónico a Eva, y no pudieron hacerlo por existir en esa dirección otro teléfono. La reclamante planteó que su casa estaba en trámites de desglose. Cuando este se realice, le daría la posibilidad de solicitar nuevamente un servicio telefónico, pero ahora no tiene derecho al que le fuera asignado.
También resalta el vicepresidente del Consejo de la Administración Municipal que Arroyo Naranjo, con más de 60 000 núcleos familiares, era el territorio de Ciudad de La Habana con más baja tasa de servicios telefónicos. Y en los últimos años ha sido beneficiado con más de ocho mil capacidades que, aun cuando son insuficientes, ha representado la cifra más alta de instalación entre todos los municipios de la capital.