QUITO, agosto 7.—Ecuador firmó este martes la creación de un fondo administrado por la ONU para recibir donaciones que compensen al país de una futura suspensión de la explotación de su mayor campo petrolero, en pleno corazón de la selva amazónica, con el fin de proteger al recurso natural, informó Reuters
El fondo será administrado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), pero Ecuador determinará los proyectos en los cuales serán invertidos los recursos de los donantes, que en los primeros 18 meses se espera alcancen unos 100 millones de dólares (unos 75 millones de euros).
Quito está dispuesto a renunciar a unos 850 millones de barriles de crudo que alberga el Ishpingo-Tambococha-Tiputini (ITT), la joya de la corona petrolera del país, pero a cambio espera la compensación de al menos la mitad de los 7.000 millones de dólares que dejaría de percibir (unos 5.000 millones de euros).
Proteger una reserva
El ITT se encuentra en el corazón del Parque Nacional Yasuní, una de las reservas con mayor biodiversidad del planeta de unas 982.000 hectáreas. «La iniciativa Yasuní ITT hace del Ecuador un país líder en la conservación de la biodiversidad, la mitigación del cambio climático y el desarrollo social con justicia ambiental a nivel mundial», dijo la ministra de Patrimonio, María Fernanda Espinosa, durante la firma del documento.
El ITT representa el 20 por ciento de las reservas petroleras del socio más pequeño de la OPEP. Los fondos que logre recaudar serán destinados al desarrollo de energías alternativas. Mientras que con los intereses que genere el fideicomiso se desarrollarán planes de protección a reservas naturales.
Apoyo formal
Las autoridades aseguraron que el país ha recibido el apoyo formal a la iniciativa de Alemania, Bélgica, Unión Europea, Italia y España. Sólo Alemania se ha comprometido en entregar 50 millones de euros por año.
En las próximas semanas, el Gobierno iniciará una gira por varias naciones, incluido los países árabes, para obtener los aportes bilaterales y de la empresa privada.
El argumento de Ecuador para promocionar la iniciativa es que al dejar de explotar el ITT se estarían evitando la emisión de 407 millones de toneladas de carbono a la atmósfera, equivalentes a las emisiones que realizan países como Brasil o Francia en un año.