Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Muñoz, tres veces tres

Una de las hazañas más impresionantes de Antonio Nicolás Muñoz Hernández  fue la que registró en la 5ta. Serie Selectiva, en 1979

Autor:

Osvaldo Rojas Garay

Entre las tantas hazañas que protagonizó en su trayectoria de 24 temporadas por nuestros torneos beisboleros Antonio Nicolás Muñoz Hernández, una de las más impresionantes fue la que registró en la 5ta. Serie Selectiva, en 1979.

Cuso —como le llaman los más allegados— disparó tres batazos de vuelta completa en tres ocasiones en un partido en un mismo certamen, algo que ningún otro toletero ha podido igualar.

El primero de mayo de 1979 concretó la proeza sobre los envíos de los camagüeyanos Julio Mantilla, Oscar Romero y José Cruz, en el estadio 5 de Septiembre.

Él archivaba un trío de batazos de vuelta completa en un enfrentamiento fraternal con Panamá en 1977, pero en los clásicos cubanos jamás había concretado la proeza, hasta que lo hizo por primera ocasión el 24 de marzo de 1979, a costa de los lanzamientos del derecho Rafael Castillo en el estadio Guillermón Moncada.

Si no dio más fue por las altas cercas de ese parque beisbolero, se dice que una de las conexiones se fue por encima de los 405 pies, por el centro, y que la pelota cayó en un pequeño bosque que había detrás del center field y de no haber chocado en los árboles hubiera ido a caer del lado de allá de la calle.

«En mis primeros años yo lo dominaba con alguna facilidad con mi recta y los cambios de velocidad. Un día me dijo: “Yo te cojo” y en la quinta Selectiva el Guajiro estaba que cortaba, me conectó tres jonrones en un juego, y si no me quitan me da cuatro», me comentó Rafael Castillo para mi libro El Gigante del Escambray, al rememorar el momento en que Muñoz se apuntó tres jonrones por primera vez en su carrera en nuestras lides beisboleras.

Dos semanas más tarde, el 8 de abril, volvió a repetir la dosis contra Pinar del Río en el Mártires de Cabaiguán: las dos primeras conexiones ante Porfirio
Pérez, y la tercera frente a Mario Negrete.

Como mencionamos al principio, el mejor bateador zurdo que ha transitado por nuestro béisbol después de 1962, completó su gran hazaña el 1ro. de mayo de 1979.

En aquella selectiva, en la que el Gigante disparó 25 cuadrangulares, su equipo Las Villas culminó en la última posición, con pobre balance de 23 y 36, cuando gran parte de los entendidos en la materia lo daban entre los favoritos para revalidar el cetro alcanzado un año antes, tomando en cuenta que en la serie nacional Sancti Spíritus había terminado como campeón, Villa Clara en segundo y Cienfuegos en el cuarto escaño.

La ofensiva villareña volvió a demostrar su poderío con Sixto Hernández como líder de los bateadores (368), en tanto Pedro José Rodríguez, con 20 películas de cuatro esquinas y 49 remolques, secundaba a Muñoz en esos aspectos. Entre estos dos últimos computaron 45 bambinazos y 116 impulsadas.

Pero el picheo, con las notables ausencias de José Riveira, Leonel García e Isidro Pérez, una vez más volvió a ser el punto neurálgico del equipo con 5,17 promedio de carreras limpias. 

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