La historia del atletismo internacional registra en sus anales el nombre de Javier Sotomayor como uno de los atletas más extraordinarios de todos los tiempos. Así se le reconoció en la Gran Gala organizada por el diario Mundo Deportivo, decano de la prensa especializada española, cuya 76 edición tuvo lugar en el Palacio de los Congresos de Barcelona.
La ceremonia, concebida para distinguir a los deportistas españoles más relevantes del pasado año, honró también a leyendas internacionales retiradas del deporte activo, pero cuyas hazañas perduran en el recuerdo de los aficionados y en las marcas que establecieron. El Soto figuró en este grupo por su primacía universal de 2,45 m. en salto alto, superior en un centímetro a una portería de fútbol, impuesta, precisamente, en Salamanca, España, el 27 de julio de 1993.
Además de los deportistas locales que brillaron en diferentes escenarios –como María Pérez, bicampeona mundial de marcha, y el motociclista Tonio Bou, 34 veces campeón del mundo-, fueron congratulados dos futbolistas del club Barcelona: el polaco Robert Lewandowski (Pichichi de la última Liga) y el alemán Marc-André ter Stegen (el portero menos goleado).
En declaraciones para el diario anfitrión Mundo Deportivo, Sotomayor dijo sentirse orgulloso de la altura que consiguió rebasar hace ya tres décadas, y a la que ningún competidor se le ha aproximado en las competencias internacionales. Aun así, con la sencillez y la humildad que lo han hecho grande, aseguró que «cada año salen buenos atletas y soy consciente que algún día alguien batirá mi récord y lo felicitaré».