El Centro Nacional de Atletismo fue construido específicamente para este certamen mundial. Autor: Tomado de Internet Publicado: 12/08/2023 | 09:53 pm
Existen pocas ansiedades más intensas que aquellas de los días previos a un gran evento deportivo. El fanatismo enerva y la espera, bien lo dice el dicharacho, desespera. Algo así experimentamos en estas jornadas de prefacio al Mundial de Atletismo quienes amamos el deporte rey y apenas contamos con la paciencia suficiente para aguardar a que rompan las acciones en el Centro Nacional de Budapest.
Allí, en Hungría, ocurrirá una lid que promete emociones de máximo nivel, primero, por el espectacular momento que vive la mayoría de las modalidades en campo y pista, y segundo, porque a esto debemos sumarle el hecho ineludible de ser un certamen precedente a los Juegos Olímpicos, con todo lo que ello implica. Irán los mejores o al menos todos aquellos a los cuales el físico les ha premiado con la posibilidad de pujar por la corona del orbe.
Y por si el espectáculo deportivo fuese insuficiente, el escenario reforzará el cariz romántico de la cita con un enclave idílico a las orillas del río Danubio. El Centro Nacional de Atletismo de Budapest reservará 36 000 butacas para hinchas llegados de todo el mundo a vivir un torneo de tanta popularidad y el frescor de la rivera pudiera resultar aliciente idóneo para lo que todos queremos ver: competencias cargadas de tensión y tiempos y marcas a la altura de un Mundial.
Cuba y la medalla de eugene
Los atletas cubanos irán a Budapest a quitarse «la espina enterrada» del certamen precedente en Eugene, Estados Unidos, en el cual debieron marcharse con las manos vacías, algo impensado años atrás al tratarse de un deporte de tanta tradición en el país. Algunos de los principales candidatos, de hecho, ya se encuentran hace algunos días en dicha ciudad europea en aras de aclimatarse a las condiciones y el uso horario para así competir al máximo de sus posibilidades.
Sin embargo, ya no es antes, y en Hungría el elevadísimo nivel de casi todas las modalidades obligará a los criollos a hacer las cosas muy bien si quieren volver esta vez a casa con al menos una presea. La delegación, compuesta por 21 atletas, jóvenes en su mayoría, cuenta además con pocos exponentes con posibilidades reales de luchar por subir al podio de premiaciones. Las mayores responsabilidades en este sentido recaen, quizá, en una de las más imberbes: la triplista Leyanis Pérez.
La pinareña, de hecho, rozó el podio en Oregón, mas un buen brinco de 14,70 metros (m) le fue insuficiente. En esta oportunidad, por ahí debe andar más o menos la franja que marque el acceso a las medallas, aunque si algo ha demostrado ella es su gen competitivo. Cada día parece más cerca de los 15 metros, barrera que, más que una utopía, debería representar un anhelo posible para ella. En esta prueba, por supuesto, el oro debe tener nombre y apellidos (Yulimar Rojas) y Cuba tiene en Liadagmis Povea otra dura contendiente.
Ellas y Lázaro Martínez, monarca mundial bajo techo en Belgrado 2022, conforman una tríada de vanguardia en la delegación de 21, porque vaticinar podio para alguno de los otros cubanos en Budapest sería francamente una locura. En el deporte existen las sorpresas, pero estar entre los ocho primeros sería un éxito para los demás y contribuiría en la clasificación por puntos. Ojalá sea una lid halagüeña para Cuba antes de París 2024.
Luminarias en el centro nacional
El atletismo casi nunca ha vivido «horas bajas». Deporte de máxima popularidad, sus Mundiales son ubicados con frecuencia apenas un escalón por debajo de los de fútbol y los Juegos Olímpicos como torneos más seguidos. Sin embargo, la actualidad arroja un momento en el cual incluso caen con más frecuencia y facilidad récords añejos y las modalidades cuentan con atletas que son, en sus especialidades, los mejores de todos los tiempos. Las marcas mínimas rumbo a Budapest constituyen un confiable termómetro.
Por eso será un lujo ver una vez más a estrellas de la talla de Armand Duplantis. El sueco vivió este año una de sus primeras derrotas de los últimos tiempos. Evidentemente no estuvo en su mejor jornada e irá a Hungría con la mirada en el oro y en la varilla: la competencia de Mondo es contra los 6,22 m. «Quiero defender el oro por segunda ocasión y defender mi título. Sería un buen año».
Otra que no tiene límite probable es la venezolana Yulimar Rojas, quien ganó el Mundial pasado con brinco
estratosférico de 15,47 m, pero ha llegado hasta los 15,74 m. «Yo nací para saltar 16 metros», ha dicho y tiene razón. Ahí está su meta y cada gran evento representa una nueva oportunidad para verla intentarlo. Si lo logra o no, está por verse. El espectáculo suyo, no obstante, no tiene parangón.
Como ellos, saldrá al Centro Nacional una pléyade de estrellas que no vale la pena mencionar, porque sus nombres son harto conocidos y para no caer en el gran error de la omisión. Habrá pocos minutos de poco interés durante el Mundial, pues siempre habrá una estrella situada a orillas del Danubio.
Otros detalles de interés
Según datos estadísticos de Wilber Rodríguez, hasta el momento 100 países han obtenido al menos una medalla en este tipo de lides, 70 de ellos con una corona y solo Estados Unidos supera el centenar de preseas doradas, con 182. Su más cercano perseguidor es una potencia atlética, Rusia, cuyos 70 cetros no podrán incrementarse por la conocida sanción al deporte del gigante euroasiático.
Además, trascendió hace algunos días la nueva regla de que para el próximo Mundial no habrá carriles vacíos en pruebas semifinales y finales. Asimismo, los mejores preclasificados partirán desde líneas centrales.
Y Budapest contará también con una mascota llamada Youhuu, una oveja racka húngara, calificada como «un héroe cotidiano que se inspira en el Campeonato Mundial para practicar deportes y ama el atletismo. Como jefe de porristas, será una parte esencial del evento, a veces dulce, a veces descarado, pero siempre divertido». Abrochen cinturones: el Mundial casi comienza.
Youhuu será la mascota animadora del público durante las jornadas que dure la lid.