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La cita del orbe será un examen y a la vez un gran aprendizaje para el elenco varonil. Autor: NORCECA Publicado: 15/08/2022 | 06:38 pm
El 2022 ha sido un año de renacimiento para el voleibol masculino cubano. La cadena de triunfos obtenida en estos meses por la selección absoluta, entre la cual se incluyen los alirones en la Copa Challenger —con boleto a la Liga de Naciones 2023 incluido— y el reciente de la Copa Panamericana, significan una gran inyección de confianza para el grupo de atletas que desde el 26 de agosto próximo disputará el Campeonato Mundial.
El plantel, que lleva 15 victorias en idéntica cantidad de choques oficiales durante la presente temporada, tendrá poco tiempo para celebrar su victoria en Gatineau, pues deberá salir con rumbo a Liubliana, capital de Eslovenia y sede de su grupo, el B, además de las llaves D, E y F.
En esa urbe europea, que será anfitriona junto a las ciudades polacas de Katowice y Gliwice, los de la Mayor de las Antillas, ubicados en el puesto 12 del ranking del orbe, debutarán el mismo día de apertura contra Brasil, vigentes
subcampeones de la lid y terceros del escalafón, en la que promete ser una prueba de altísimo nivel para la escuadra que comanda Nicolás Vives.
Dos días después de romper el hielo ante los auriverdes, los de las cuatro letras chocarán contra Catar, elenco posicionado en el puesto número 20 de la lista planetaria, pero que más allá de eso tampoco será un rival sencillo. Así todo, si rinden como se espera, la tropa antillana podría vencerles y dar un paso importante en su objetivo de clasificarse a octavos de final.
El cierre de la etapa preliminar sucederá ante el sexteto de Japón, noveno preclasificado. Frente a los de la tierra del sol naciente habrá que batallar duramente también, aunque tampoco sería una locura pensar en otro triunfo.
La difícil meta del plantel cubano es ubicarse en el primer o segundo escaño de su llave para poder avanzar a la ronda de los 16 mejores. No obstante, si lo anterior no fuera posible, aún les quedaría la posibilidad de seguir en acción si se posicionan entre los cuatro mejores terceros.
En dependencia de cómo avancen, en las etapas de eliminación directa se enfrentarán a un oponente más o menos complicado, aunque en esas instancias es casi imposible cruzarse con algún «asequible» y habrá que soltar el resto para colarse entre los ocho primeros.
Si nuestro representativo consigue en primer lugar mostrar su mejor versión, independientemente de lo que suceda en ese espinoso grupo B, ya se habrá ganado el aplauso de todos. No obstante, de meterse en la siguiente ronda ya habría conseguido superarse a sí mismo y de conseguir entrar en el top ocho estaríamos hablando de una actuación histórica.
Visto lo visto, llegar hasta cuartos de final parece ser la predicción más optimista sin llegar a ser descabellada en lo absoluto. Hay que tener en cuenta que para la mayoría de los integrantes de la nómina este será su debut en un torneo de primera clase y ese es un factor que pesa mucho. Así y todo, en esto del deporte siempre debemos dejar espacio para la sorpresa y en este caso toca pensar así.
