Las Tunas fue el último representante cubano en el clásico caribeño, cuando quedó subcampeón en Panamá 2019. Autor: Roberto Morejón Rodríguez/JIT Publicado: 14/05/2022 | 09:52 pm
La noticia de que Cuba regresa a la Serie del Caribe, al menos en 2023, cuando se celebrará la edición 65 de esa justa regional, ha dejado una pregunta en el ambiente de los seguidores de nuestro deporte nacional: ¿con qué equipo vamos?
El mismo viernes, durante la conferencia de prensa online en la que se hizo el anuncio oficial, el presidente de la Federación Cubana de Béisbol (FCB), Juan Reynaldo Pérez Pardo, dijo que aún no estaba definido cuál iba a ser el conjunto representante de nuestro país.
Adelantó dos candidatos: el campeón de la Serie Nacional en curso o el monarca de la primera Liga Élite del Béisbol Cubano, prevista para el período invernal, en coincidencia con los circuitos cuyos titulares compiten en el torneo caribeño.
Para este redactor un equipo que emerja de un torneo en el que jueguen seis elencos y termine unos días antes de la Serie del Caribe tiene muchas más posibilidades de ganar que uno que haya triunfado en una justa de 16, efectuada medio año antes, por mucho que este se refuerce.
Se prevé un calendario de 50 partidos por equipo en la liga élite y entre las fórmulas que se manejan hay una que sería, como la liga misma, muy novedosa en cuanto a la metodología para integrar las selecciones.
JR tuvo acceso a una variante que rompe con los esquemas tradicionales de agrupar provincias para armar los planteles, muy funcional en otras épocas, pero no las últimas veces que se empleó en series que complementaron la temporada cubana de béisbol.
Se habla de designar seis directores y crear dos bolsas, una con peloteros del oriente y otra del occidente, con más de 60 nombres. Los mentores escogerían de ahí a sus jugadores, y no se descarta que puedan convocar a algunos que juegan en ligas extranjeras y estén interesados en participar en nuestro campeonato.
Con ese formato se podrían integrar seis conjuntos muy balanceados, altamente competitivos, y se evita, en gran medida, que coincidan en una misma selección dos o tres jugadores estelares de una misma posición por el solo hecho de que viven en las provincias que les toca unirse.
En caso de que sea aprobada esa variante, hay que prestar atención a los nombres de los equipos, las sedes y otros elementos organizativos, tanto de logística como del espectáculo, que aseguren el éxito de la liga, la cual debería beneficiarse también de un modelo de gestión que satisfaga las expectativas de atletas, técnicos y la afición.
Además de la Serie del Caribe, se prevé la participación cubana en la liga de campeones que organizará la Confederación Mundial de Béisbol y Softbol (WBSC, por sus siglas en inglés). Queda claro que los titulares de los dos torneos que conforman la temporada nacional tendrán como premio la participación en un campeonato internacional de envergadura.
Cuál va a cada a uno es lo que sabremos próximamente, pero al clásico caribeño de Venezuela 2023, donde se celebrará la edición 65 de un torneo del que fuimos fundadores y su primer campeón, deberíamos ir con un equipo fuerte, que despeje dudas en el camino hacia la integración como miembro pleno o al menos a que Cuba conserve la invitación. ¿Quién mejor que el rey de la primera liga élite?
Dos cupos en la rifa
Tras la clasificación de Industriales el viernes, Mayabeque no pudo certificar su pasaje este sábado cuando cayó ante Las Tunas por 10-4. Ese triunfo aseguró a los Leñadores en el segundo lugar y definió, al menos, los tres primeros en el ordenamiento: SSP, LTU y GRA.
Hoy solo se juega en el Sandino (2:00 p.m.), donde Villa Clara está obligado a ganarle a Artemisa para mantenerse con vida; si cae, estarían ya los ocho clasificados, incluyendo a Mayabeque y Pinar del Río.