Omar Almeida acumula más de 20 participaciones. Autor: Cortesía del entrevistado. Publicado: 20/04/2022 | 12:08 am
Omar Almeida jugó por primera vez el Torneo Internacional Capablanca in memoriam en 1999, en el Grupo Mixto, en el Hotel Habana Libre. A partir de ese año ha estado en todas las ediciones, excepto en la de 2014, por cuestiones laborales en Colombia. Participar en este evento siempre ha constituido una prioridad para el habanero. Siente que está honrando la memoria del mejor ajedrecista cubano de todas las épocas, José Raúl Capablanca. Si contamos sus asistencias, podríamos decir que ha honrado 22 veces el legado del genial jugador.
Omar, entre los trebejistas más sobresalientes de la Isla en el presente, es uno de los cinco representantes antillanos en el apartado Élite, el más fuerte de la actual versión del Capablanca in memoriam, cuyas primeras partidas comenzaron este martes en el capitalino Hotel Nacional. La llave principal también la animan los Grandes Maestros (GM) Sandro Mareco (Argentina), Vasif Durarbayli (Azerbaiyán), Surya Ganguly (India), Hans Niemann (Estados Unidos) y Mustafa Yilmaz (Turquía).
Almeida manifestó a Juventud Rebelde sentirse muy contento porque se haya retomado esta competición tan importante para nuestro país y para la región de Latinoamérica, fundamentalmente, tras no haberse podido celebrar de manera presencial en 2020 y 2021 por motivo de la pandemia.
Declaró que sus expectativas tienen mucho que ver con jugar buenas partidas, ganar un poco de coeficiente Elo y quedar lo mejor ubicado posible, ya que es una justa muy exigente, pues los cinco extranjeros cuentan con más de 2 600 puntos de Elo.
—Rodney Pérez, capitán del conjunto masculino cubano, dijo en una entrevista que él creía posible que un representante de casa se titulara en el Grupo Élite.
—Coincido con él, pero reconozco que será una tarea muy difícil, porque los extranjeros han jugado muchos más torneos que nosotros últimamente. En Cuba existe buen talento, pienso que jugando un poco más podemos mejorar el Elo y a su vez la ubicación en el ranking del orbe. Estamos afrontando esta oportunidad para demostrarle al mundo que en Cuba todavía existe buen nivel y que podemos lograr desempeños destacados en el futuro cercano, especialmente en la próxima Olimpiada.
—En la edición 50 fuiste campeón del Grupo Abierto. Siete años después de ese triunfo, compites en la 55, pero ahora en un apartado mucho más fuerte. ¿Veremos el mismo resultado final?
—Como bien dices, en 2015 gané el Abierto, en gran porfía con el Maestro Internacional holguinero Arnaldo Fernández de la Vara, un jugador de gran nivel, que en los últimos tiempos ha demostrado estar apto para conseguir grandes actuaciones y convertirse pronto en Gran Maestro. Fue muy gratificante para mi vencer en esa edición de número redondo, más que todo porque no pude intervenir en la justa anterior.
«A partir de esa versión me ha ido muy bien en los Capablanca, solo he perdido una vez. Es cierto que he concursado en Grupos Abiertos, pero creo que igualmente tiene su dificultad. En este sentido me siento muy reforzado sicológicamente, espero que en este número 55 pueda obtener también otro gran resultado. Deseo que todos mis amigos y seguidores sepan que daré mi mejor esfuerzo en pos de eso».