Los entrenadores cubanos se tomaron la prueba como la mayor competencia. Autor: Enrique Milanés León Publicado: 15/05/2019 | 09:06 pm
Chacao.— El Comandante del Ejército Rebelde Julio Camacho Aguilera, firmante de la primera Ley de Reforma Agraria, y Rafael Santiesteban Pozo, presidente de la ANAP, junto a dirigentes de base del movimiento cooperativo, comparecerán en la Mesa Redonda que, en vísperas del aniversario 60 del transcendental acontecimiento que puso fin al abusivo latifundio en Cuba, estado de Miranda, Venezuela.— Le pregunto a Ofelia Hechevarría Díaz, gloria de la espada cubana, qué tal le va en su nueva carrera, como metodóloga de alto rendimiento de nuestra Misión Deportiva en el venezolano estado de Miranda, y responde al vuelo que todo es muy diferente, pero que muy bien: «seguimos adelante, en una demarcación estratégica que define el deporte en este pueblo amigo».
Reportero y entrevistada están, junto a varios colaboradores de esa misión, en la Unidad Educativa Bolivariana de Talento Deportivo (UEBTD) Gustavo Herrera, a apenas un kilómetro del punto en que Juan Guaidó quiso volcar de golpe el país; sin embargo, aquí venezolanos y cubanos se ocupan de una maniobra amorosa: la evaluación masiva de talento entre niños de enseñanza secundaria para luego seleccionar los nuevos ingresos de la UEBTD.
Mientras los muchachos demuestran sus habilidades físicas en diez puntos del inmenso terreno, la recia morena santiaguera que hizo equipos grandes de esgrima por allá por los años ´80 explica que esta es su segunda misión en Venezuela, porque antes estuvo en el estado de Yaracuy.
El mejor resultado de Ofelia como deportista activa fue la medalla de bronce en la Copa del Mundo Espadas Doradas, en 1989; en cambio ahora —asegura— podría superarlo: «Estamos en otro país, pero vinimos a dar lo mejor y lo estamos haciendo. En esta función pienso ganar unas cuantas medallas en deportes como judo, pesas lucha, atletismo… Porque esas medallas venezolanas las siento también de todos los colaboradores cubanos y mías, como aquellas de la esgrima».
Partir en dos las medallas
Cientos de niños corren, saltan, lanzan… A eso vinieron. Entre su bullicio, Ángel Eloy Remón García, coordinador nacional de Asistencia Técnica Deportiva (ATD) en nuestra misión, explica que 12 entrenadores y asesores cubanos participan en la jornada, una de tantas que los 249 asesores de ATD supervisan en todo el país para nutrir las matrículas del curso que se inicia en octubre en 32 centros similares a la UEBTD Gustavo Herrera.
«El objetivo estratégico de nuestra colaboración —afirma— es el trabajo en la base para hacer de Venezuela una potencia deportiva regional y mundial». El periodista mira: por el entusiasmo de los muchachos, parece que se logrará.
Xiomara Díaz no tiene dudas al respecto. La venezolana, directora de la UETD Gustavo Herrera, relata las alianzas entre los ministerios de Educación y de Juventud y Deportes para levantar el proyecto que ahora dignifica el centro: «Antes, esto era un colegio regular, ahora lo transformamos para cumplir las exigencias del talento deportivo. Tenemos 749 estudiantes y las nuevas autoridades de la unidad fueron seleccionadas en mesas de trabajo, bajo acuerdo de todas las partes corresponsables de su funcionamiento», refiere la directora.
Entrenadores cubanos trabajan en la unidad, en la formación de los equipos en disciplinas de las áreas de combate, registros, precisión, marcas y tiro.
La directora agrega que varios directivos fueron deportistas venezolanos de alto rendimiento. Ella misma, por ejemplo, estuvo nueve años en el equipo nacional de atletismo, como corredora de 400 metros. Es ahí cuando el periodista la sorprende, casi le roba la arrancada, con una pregunta.
—Hace unos años, en las pistas, usted era rival de cubanas. ¿Ahora están en el mismo equipo?
—«Mira… —Xiomara ríe— es una experiencia única. De verdad, yo admiro a la gente de Cuba, que trae su talento dentro, natural. A los cubanos no les hace falta colocarse unos zapatos Nike para correr; no necesitan un balón de marca para encestar: el deporte lo llevan de corazón y lo hacen con toda la humildad posible. Seguimos compartiendo: una vez fui atleta y me medí en la pista con las cubanas; ahora las tengo como colegas que me apoyan».
—Eso implica también que hay que compartir las medallas…
—¡Ah, claro, cómo no! De hecho, hemos organizado eventos juntos y premiamos el sacrificio de cada día aquí para buscar en los estudiantes una reserva deportiva de calidad. Yo cuento con la Misión Cubana ciento por ciento. No me puedo quejar.
Como el Granma en un mar de muchachos
Profesores venezolanos participan en las pruebas para la captación de talentos.
Entrenadora de atletismo como es, la artemiseña Yaimara Soroa Poveda se sentía esa mañana como sirena en el agua: «Hacemos esto frecuentemente, para seleccionar los ingresos a la UETD. Apreciamos las capacidades individuales para hacer una captación concentrada y justa, en el sentido de conocer qué pueden hacer los niños. Evaluamos su agilidad, percepción, reacción y desplazamiento, y al final ingresamos a los mayores talentos de las escuelas de la zona», comenta con la vista en los pequeños.
—¿Usted o sus compañeros han descubierto algún diamante en bruto en escuelas secundarias venezolanas?
—Se puede decir que sí: el talento está y hay que trabajarlo. Creo en mi trabajo; lo que me hace falta es el atleta. Yo hago el resto. Podemos sacar diamantes con la experiencia, el trabajo, con la sistematicidad y la preocupación de los cubanos.
Yaimara sabe que moldea con manos de atleta a los futuros campeones de Venezuela: «¡Es tremendo orgullo! Me siento muy útil aquí, al lado de un profesor venezolano; nos sentamos y trabajamos a la par. Es hermoso tocar algo que puede ser lo mejor del deporte de este pueblo en unos años. La comunicación con los niños es perfecta: son muy disciplinados, puntuales y respetuosos. Comparto con ellos mis experiencias, les hablo del atletismo y les hago historias de grandes figuras. Les pregunto quién es Yulimar Rojas y contestan a coro».
—Ya tiene 22 meses de misión, hay quienes pasan menos tiempo, pero el deporte cubano acumula aquí 16 años de ayuda en variables condiciones. ¿Velocidad o resistencia?
—¡Resistencia! Esta misión es de resistencia. Nos han enseñado muchos valores, entre ellos la disciplina, la honradez y la honestidad. Los cubanos no nos rendimos nunca; aquí vamos a estar mientras nos necesiten.
—¿Llegaremos a la meta?
—¡Cómo no! Es como dijo Fidel antes de salir el Granma: «si salimos, llegamos; si llegamos, entramos; si entramos, triunfamos».
El reportero repasa el mar de muchachos en torno a entrenadores y, en lo que intenta una foto, vuelve la vista a esta mujer y a sus compañeros, que salieron de Cuba para adentrarse en Venezuela. ¿Qué vendrá para todos, sino el triunfo?