Alfredo Despaigne en la Serie Nacional. Autor: Twitter Publicado: 20/10/2018 | 11:54 am
Ciego de Ávila.— Antes de comenzar a pedir los refuerzos, llegó la primera sorpresa con el anuncio de una inédita sexta ronda con los que están contratados en Japón, y después de los «fichajes cantados» de Lázaro Blanco y Yoanni Yera, sobrevino otro asombro. No iba a ser el último de la noche.
Roger Machado sacó dos pelotas con el número uno y la otra con el cuatro. Mejor suerte, casi imposible. El mentor de Ciego de Ávila optó por jugadores de experiencia y cuatro de ellos ya han vestido el traje de los Tigres. Con Blanco, el pitcher que más partidos ha ganado como refuerzo (19) y Miguel Lahera, el segundo que más rescates tiene (16), puede mover a Vladimir García entre la rotación de abridores y el bullpen. Qué lujo disponer del tándem Vladimir-Lahera para cerrar.
Entre las sorpresas de la noche del viernes estuvo que le dejaran a Holguín los dos mejores zurdos del pitcheo cubano actual. Nadie, ni siquiera el propio Noelvis González, que tanto lo deseó, pudo pensar que iban a mencionar 17 nombres antes que Ulfrido García.
A los Cachorros, que les sobran lanzadores derechos laterales, se les suman dos siniestros estelares a su rotación con lo cual puede minimizar la fuerza de los rivales, cuyas tandas centrales están conformadas, fundamentalmente, por bateadores de esa mano. Ojo con el detalle.
Los números del camagüeyano Yosimar Cousín en la primera fase son como para ni haber pensado en él (1-7, efectividad de 7.75), pero el muchacho es uno de los lanzadores de mayor proyección en Cuba. Sigue siendo un talento en bruto y Noelvis tiene a su lado a uno de los mejores entrenadores de pitcheo. Será ese uno de los desafíos de Orelvis Ávila: enseñarlo, pulirlo. Ese trío de serpentineros junto a Wilson Paredes y Carlos Santiesteban integrarán el quinteto de abridores de los Cachorros.
Los matanceros Ariel Sánchez y Yasiel Santoya (natural de Sancti Spíritus) se ajustan al proyecto de equipo de Noelvis, un gran estudioso de la sabermetría, y su capacidad para embasarse puede contribuir al despliegue del arsenal táctico para fabricar carreras.
Villa Clara rompió la presunta monotonía de la ronda inicial cuando Eduardo Paret dejó pasar a Ulfrido u otro lanzador de los imaginados para pedir al camarero Carlos Benítez. El granmense estaba en los planes de Las Tunas y Paret no quiso que se convirtiera en Leñador. Ayala-Benítez era la combinación soñada de Pablo Civil. Poderosa al bate y bastante hermética con el guante.
La solicitud, aunque extrañó, se justifica por la necesidad de un buen bateador y además con capacidad de liderazgo. Sin embargo, el mayor desconcierto llegó después, cuando el mentor de los anaranjados «fichó» al también intermedista César Prieto. Hasta el joven cienfueguero se sorprendió.
Dice Paret que lo pondrá a jugar de paracortos, pues lo ha visto desempeñarse en esa posición y le ve potencialidades. «Trabajaré duro con él», aseguró. Con un maestro así y la disposición del muchacho, la jugada, sin dejar de ser controversial, pudiera dejar un saldo favorable para sus estrategas.
En la primera fase de la temporada el sureño tuvo línea ofensiva de.379/.429/.522 y sabe que necesita aumentar su disciplina en el home para agarrar más bases por bolas, imprescindible para un hombre destinado a los dos primeros turnos en la alineación.
Además, Paret lo alternará con Benítez en la custodia del segundo cojín. En ese caso, el granmense será el bateador designado. Con la entrada de William Saavedra a la inicial, Yurién Vizcaíno y Norel González se encargarán de los extremos en los jardines o uno será designado, sobre todo, el primero.
Misael Villa completará la rotación con Freddy Asiel Álvarez, Alaín Sánchez, Pablo Luis Guillén y Javier Mirabal, quien se está restableciendo de una lesión en un brazo y cambia de función para llenar la vacante dejada de por Yosver Zulueta. Jonder Martínez, gigante cuando Villa Clara fue campeón en 2013, se une a Ronny Valdés para los cierres, las dudas están en los relevistas intermedios.
Las Tunas se quedó con los dos mejores torpederos disponibles. Alexander Ayala vuelve al equipo subcampeón como se había vaticinado, pero Pablo Civil no se conformó con él y en su segunda oportunidad llamó a Jorge Enrique Alomá. Villa Clara con dos camareros y los tuneros con par de paracortos… rarezas que llamaron (y llaman) la atención. Civil hará lo mismo que Paret, mandará a Alomá para segunda.
Dos abridores (el mayabequense Yarián Martínez y el zurdo camagüeyano Dariel Góngora) deben robustecer la rotación de los Leñadores; sin embargo, la apuesta por el guantanamero Luis Enrique Castillo como relevista deja un gran signo de interrogación abierto, pues apenas salvó dos juegos y sus números no son nada halagueños como apagafuegos (2-1, efectividad de 5.54, WHIP 2.31 y ocho boletos e igual cantidad de ponches). Los tuneros necesitan de un buen acompañamiento para Alberto Pablo Civil y Yosbel Alarcón en el bullpen.
Se sabía de antemano que Industriales iba a buscar pitchers. Pensé, incluso, que podría pedir cuatro. O hasta cinco. Pero Rey Vicente Anglada llamó solo a tres: Erly Casanova, Frank Luis Medina y Bladimir Baños, todos pinareños, y no convocó a Yosvani Torres porque está lesionado. Hubiera sido un cuarteto brutal, por la combinación de calidad con experiencia, con serenidad en juegos decisivos.
Con esos tres abridores los Leones no dependerán solo del poder de su bate, que suma ahora al líder en jonrones de la primera etapa, Pedro León. Si el muchacho se adapta a la dinámica de los Azules se tornará mucho más fiero el line up. Mientras, Rangel Ramos tendrá que lucirse a la defensa en el campo corto si quiere un puesto de titular.
Por último, Sancti Spíritus tapó bastante sus huecos, que no son pocos. Con Alfredo Avilés junto a Frederich Cepeda y Yunier Mendoza, el mentor José Raúl Delgado dispone de un peligrosísimo trío de toleteros zurdos, empujadores y de poder. Dayan García hermetiza la defensa del cuadro y también le aumenta el vigor a la alienación, pues bateó muy bien con Artemisa.
Yariel Rodríguez, otro lanzador camagüeyano de mucho talento, y el máximo ganador de la primera ronda, el experimentado Alberto Bicet (9), mejoran un pitcheo que sí tiene serias lagunas, en tanto, de José Ángel García esperan los Gallos que se comporte como históricamente lo ha hecho en el último inning.
Dejé para el final la sexta ronda, pues la novedad desconcertó a casi todo el mundo. De aquí y hasta de Japón. Alfredo Despaigne me había comentado hace unos días a través del chat de Facebook que deseaba descansar cuando finalizaran las Grandes Ligas niponas. Nadie lo consultó previamente —se suponía que debían haberlo hecho las autoridades cubanas de béisbol— y ya posteó en las redes sociales que no desea jugar en la serie nacional este año.
¿No hubiera sido mejor dialogar con los seis atletas contratados en la nación asiática y escuchar su parecer sobre la idea de incluirlos ahora en el sorteo? Quizá hubiesen preferido hacerlo para la ronda de la postemporada.
Nadie duda de que Despaigne con Villa Clara sería una pieza artillera de grueso calibre, por lo que Paret apelará a su amistad personal con el mejor toletero que vive en Cuba para que este se vista de anaranjado aunque sea en los play off, ¿y si no lo convence?.
Oscar Luis Colás sí tiene más necesidades competitivas y su inclusión en la nómina de los Cachorros parece factible. Si Raidel Martínez se viste de León, el bullpen de Industriales contará con un cerrojo probado y poderoso. Que lo diga Granma. Lo mismo le sucedería a Ciego de Ávila con Liván Moinelo. Para los Gallos, que Yurisbel Gracial se les sume sería ideal y los tuneros podrían poner a Yosvani Alarcón de designado con Ariel Martínez calzando los arreos.
Pero todo eso es un suspenso por ahora y dependerá de cabildeos y gestiones de convencimiento, que debieron, reitero, hacerse antes de tomar la decisión de incluirlos potencialmente en los rosters. Entre las ausencias sobresale la de Roel Santos, quien está en proceso de contratación en Colombia.
En total se pidieron 16 lanzadores y 14 jugadores de posición, además de los seis que están en Japón.