En el Nacional de FIFA 18 se jugaron un total de 128 partidos. Autor: Tomada del perfil de Facebook de la ADEC Publicado: 05/09/2018 | 08:37 pm
La habitación está a oscuras. Cuatro ojos se mantienen fijos en el mismo objetivo, mientras las manos sudan y los nervios borran el mundo exterior temporalmente de sus conciencias. Todo el foco de atención de los jugadores está justo en la pantalla que tienen enfrente, en la cual se disputa un partido de vida o muerte. La derrota significa una eliminación directa del campeonato. Ciento veintiocho veces se repite la misma historia, hasta que al final uno de entre todos levanta la Copa.
La escena anterior podría ser perfectamente el reflejo de cualquier contienda deportiva, y de hecho no está demasiado lejos de esa realidad, ya que la única diferencia yace en que esta vez todo se desarrolla en un ambiente virtual. Se trata del Torneo de FIFA 18, que recientemente contó con la participación de jóvenes de varias provincias del país, motivo por el cual está considerado como primero de su tipo en tener carácter nacional.
El certamen, tercero vinculado a este videojuego que se realiza en Cuba, fue organizado por la Agrupación de Deportes Electrónicos de Cuba (ADEC), y al decir de gamers y coordinadores, se trató de la mayor y mejor experiencia vivida por los amantes del fútbol electrónico.
Alejandro Ferrera, informático de profesión y vicepresidente de la ADEC, es de la opinión de que organizativamente se trató de la actividad más importante de los últimos años, no solo por la magnitud sino por la repercusión que tuvo a nivel mediático.
«Esta meta se logró gracias al apoyo del centro de 31 y 2, los Joven Club y la empresa All in Jerseys, que donó la mayoría de los premios para los vencedores, explicó Alejandro.
Las características del Nacional fueron simples: cada muchacho elegiría un equipo (club o selección) con el que jugaría todos los partidos, a la vez que se les prohibió realizar cambios de posición tales como colocar un portero en ataque o un delantero en la línea defensiva. Así comenzó la jornada, que duró aproximadamente ocho horas.
Para Dairon Cordero, justo vencedor con la Juventus, y primer rey del FIFA a nivel nacional, la experiencia podría describirse como insuperable.
«Yo juego FIFA con mis amigos desde hace varios años, pero nunca había participado en torneo alguno, y por eso me puse extremadamente nervioso en algunos momentos de la competencia. Para cuando salga la próxima versión del juego (FIFA 19) y hagan otro de estos torneos, estaré muy feliz de volver a participar y conocer nuevos amigos amantes de este mundo», declaró Dairon durante la premiación.
Para Armando Delgado, primer campeón de estos certámenes en noviembre de 2017, este fue sin dudas el momento más grande que ha vivido en carne propia como gamer y amante del fútbol. Madridista dentro y fuera del juego, reconoce que a pesar de la marcha de Cristiano Ronaldo nunca dejaría de elegir a los merengues, incluso cuando se percibe el lógico descenso de calidad en su plantilla dentro del videojuego.
Armando confiesa que aunque muchos eligen a la Juventus, el United (Manchester) o el Barcelona, porque tienen conjuntos con mejores jugadores de recambio, su corazón le impide elegir a otro que no sea el Madrid.
Mientras, para Dayán Noa, estudiante de Medicina que se coronó en la edición de junio pasado, el FIFA se trata prácticamente de una forma de vida.
«Me gusta analizar los diferentes conjuntos, y cuando selecciono con cuál jugaré, es porque ya he evaluado los motivos que lo hacen más fuerte y eficaz. Por ejemplo, yo juego con el United, y lo hago porque tanto su esquema como sus jugadores titulares y suplentes cuentan con gran calidad. Además, me identifico mucho con un jugador como Juan Mata, quien es mi representante sobre el campo», explica con paciencia.
A pesar de que algunos todavía consideran esta práctica como un simple «jueguito», la comunidad de «fiferos», como ellos mismos se autodenominan, crece y se multiplica. Lo cierto es que más allá de cualquier crítica, se trata de un pasatiempo sano, en donde además de diversión el intercambio de la pasión deportiva se convierte en el leitmotiv de todo.