Richer lo calculó todo. Autor: Ricardo López Hevia Publicado: 21/09/2017 | 06:15 pm
TORONTO.— A Richer Pérez no lo esperó casi nadie en la meta. De la prensa cubana, digo. Casi se puede decir que corrió solo. Merecía más de un flashazo cuando se proclamó el rey de la maratón.
Le debemos al camagüeyano otra mañana dorada en esta ciudad. Pero su historia no puede pasar desapercibida. Si no pude localizarlo para esta entrevista por las urgencias de la cobertura, un amigo suyo, atleta también, que se coronó el mismo día que él, accedió en medio de la euforia por su título a hablar del maratonista cubano que este sábado hizo historia.
Será esta entonces una entrevista en la que se habla de un protagonista, pero no habla el protagonista.
El boxeador Julio César La Cruz es un gran amigo de Richer, se conocen desde pequeños, cuando ambos estaban juntos en la EIDE de Camagüey.
—¿Es cierto que Richer te contó que iba a ser campeón?
—Sí, el día antes de la carrera me dijo que él ganaría, que lo tenía todo calculado.
—¿Tú qué le respondiste?
—Me reí, le dije que si estaba loco, pero que yo confiaba en él.
—Y él, ¿cómo podía estar seguro de un resultado así?
—Bueno, según me comentó, todos los días había ido a preguntarles a los compañeros del Cinid del Inder cómo estaba el tiempo en Toronto, la humedad relativa, la velocidad del viento y otros datos de ese tipo. Había hecho esos cálculos con antelación, además de que entrena fuerte.
—¿Se vieron cuando regresó a la Villa?, ¿qué pasó?
—Imagínate, cuando nos vimos nos abrazamos, lo felicité, le dije que yo iría por la medalla mía por la noche, para estar a la altura de él.
—¿Cómo es Richer?
—Un muchacho cariñoso, muy noble, sacrificado. Me emocioné mucho con su victoria, muy merecida para él y para Cuba.
Dicen los que vieron la competencia que el cubano fue todo un maestro en la táctica de la carrera. Al final, se escaparon él y un peruano (Raúl Pacheco). Richer se le pegó, lo observó, vio en qué condiciones iba su adversario, lo dejó irse un poquito delante y entonces, cuando este no lo esperaba, se lanzó al remate. Le sacó, cuentan, más de 20 metros.