Pasó ya el primer descanso de ese carnaval de «monstruos» llamado Tata Steel, y un par de cosas quedaron bien claras: el ajedrecista cubano Leinier Domínguez (2754 puntos Elo) tendrá que poner su cerebro en hielo si pretende refrescar las neuronas —algo que sabe hacer de sobra gracias a sus nervios de acero—, y Levon Aronian (Armenia-2812) se perfila como un serio aspirante a, no solo ganar la justa, sino competir por el título mundial, en manos del «supercomputador» Magnus Carlsen (2872). Al menos así lo veo.
Tres rondas han transcurrido en el torneo holandés, que ahora mudó su ajetreo para el museo Rijksmuseum de Ámsterdam. La cuarta jornada competitiva programada para hoy amaneció con Aronian en la punta, seguido del filipino Wesley So (2719), Pentala Harikrishna (India-2706), Fabiano Caruana (Italia-2782), Hikaru Nakamura (2789) y Anish Giri (Holanda-2734), todos con dos unidades.
El ruso Sergey Karjakin (2759) y el húngaro Richard Rapport (2691) amasan 1,5 rayas, mientras el local Loek Van Wely (2672) y Leinier tienen un «kilo». El fondo del estan que aloja al Israelí Boris Gelfand (2777) y al alemán Arkadij Naiditsch (2718).
Nuestro muchacho ha empatado par de cotejos y perdió otro, pero le restan cuatro manejando piezas blancas, de los cuales tres serán frente a los hombres más temibles del evento, precisamente los punteros en el ranking precompetencia: Aronian, Nakamura y Caruana (a quien tendrá delante hoy). Viendo su último desempeño y los números de este trío de horror, igualar las acciones le sería sumamente ventajoso, lo que dejaría la mesa servida para sorprender con piezas oscuras a Rapport y a Naiditsch, aguantar de negro frente a Gelfand y Karjakin (nunca los ha derrotado en partidas clásicas), y aprovechar la ventaja del primer movimiento ante So.