Un aporte de Cuba a la salud mundial es haber enviado a otros países médicos que brindan una valiosa contribución humanitaria. Autor: Ismael Batista Publicado: 21/09/2017 | 05:32 pm
El sistema de salud cubano es líder en la región latinoamericana en el enfrentamiento a diversos tipos de desastres.
Así lo reconoció este miércoles el Doctor John Richard Ashton, presidente de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Liverpool, Reino Unido, durante el II Congreso Salud y Desastres, que sesiona desde este miércoles y hasta el viernes en el Centro de Convenciones y Servicios Académicos de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana.
«Una de las cosas que debemos hacer los delegados a este Congreso es reflexionar sobre la impresionante respuesta ante los desastres que tiene Cuba, y cómo esto puede continuar evolucionando hacia formas cada vez más dinámicas», expresó el Doctor, especialista en Psiquiatría, Medicina General, Planificación Familiar, Medicina Reproductiva y Salud Pública.
Según el experto británico, uno de los grandes aportes de Cuba a la salud del mundo es su voluntad de enviar cubanos con experiencia y conocimientos a lugares donde pueden prestar una valiosa contribución humanitaria.
También resaltó el equilibrio que existe en la atención primaria y terciaria, admirada a nivel internacional, pese a las limitaciones económicas.
«Muchos países, incluido el mío, han invertido demasiado dinero en los hospitales, dejando en un segundo plano los servicios a nivel de comunidad. Por eso es impresionante que cada vecindario cubano tenga su propio médico de familia, y que los niños pueden llegar a ser médicos si así lo desean, independientemente de su origen», subrayó.
El II Congreso de Salud y Desastres, organizado por el Centro Latinoamericano de Medicina de Desastres Doctor Abelardo Ramírez Márquez (Clamed), cuenta con la asistencia de más de cien delegados cubanos y de otros países.
Durante las palabras de apertura del evento, el profesor Guillermo Mesa Ridel, director de Clamed y presidente del comité organizador, afirmó que el Congreso responde a la necesidad de fomentar un espacio de intercambio de experiencias, buenas prácticas y lecciones aprendidas entre especialistas de dentro y fuera de Cuba, con vistas a fortalecer el desarrollo científico-técnico en la materia, y fomentar la colaboración.