Dayron Robles clasificó a semifinales en Londres. Autor: AP Publicado: 21/09/2017 | 05:23 pm
Por aquí (en Cuba, pues no tengo el privilegio de dar la hora frente al Big Ben) muchos celebran anticipadamente el título del vallista corto Dayron Robles. Y es que la caída del chino Liu Xiang, mejor atleta de la disciplina según millones de paisanos y fanáticos de todas partes, le quita presión al campeón defensor, aunque también abre la bóveda y reparte chances en esta XXX olimpiada, como si de un bufé se tratase.
No pocos opinan que los favoritos son los norteamericanos Jason Richardson y Aries Merrit, sobre todo este último, dueño de tres cronos espectaculares e idénticos en lo que va de temporada (12,93 segundos). Y tienen razón, el Lord del Guaso no ha mostrado este año muy buena cara.
No obstante, creo, aunque me tilden de loco y soñador, que al guantanamero hay que entrarle por los ojos para tumbarle la corona. El rey es rey hasta que sea destronado.
Precisamente hoy -bien temprano en la mañana británica, madrugada de este lado del Atlántico- nuestro mejor exponente de la velocidad entre vallas clasificó sin contratiempos a la semifinal, dominando su heat con crono de 13,33 segundos.
La gran noticia, ya lo dije al principio, fue el tropezón del hijo de Shangai. Xiang se estrelló contra la primera valla, le dibujó el calcañal en pleno rostro al obstáculo y ahí quedó, obligándonos a ver una película similar a la proyectada en Beijing 2008, cuando una lesión lo apartó del camino hacia el podio.
El asiático se levantó con un claro esfuerzo, cojeando del pie izquierdo. Nadie sabía quién había ganado ese heat eliminatorio, a nadie le interesaba (salvo a los familiares y amigos del vencedor...quizás). Los cinco continentes escrutaban atónitos el acontecimiento.
El recordista olímpico (12,91 en Atenas 2004) se retiraba, seguido de las cámaras. Pero de repente, en un gesto de vergüenza y orgullo deportivo, culminó de forma simbólica la prueba ante el aplauso de los espectadores.
Y ahora, si bien lamento el incidente, puedo decir con seguridad y alivio que nos quitamos ese chino de atrás.
Antes, el antillano Orlando Ortega había clasificado a la siguiente fase con crono de 13, 26 segundos.
«Casualmente» Aries Merrit paró los relojes en el mejor registro de la jornada (13,07). Juro haberlo visto caminar, entrar a la meta como turista que pasea por el Prado habanero. Este muchachón tiene galones de comandante, no en balde es as del orbe bajo techo en Estambul 2012.
Copello avanza en la arena
En el triple salto el único cubano que logró incluirse en la final fue Alexis Copello, propietario de un estirón de 16, 79 metros.
Sus compatriotas, Arnie David Giralt y Yoandris Bentazos volvieron a quedarse bien cortos a tres pasos de la plastilina y se perderán la fiesta grande, pues sus saltitos de 16,45 y 16,22, respectivamente, no daban para más.
Aquí tuvimos otra sorpresa con la eliminación del británico Phillips Idowu, quien quedó fuera del guateque merced a un pobre registro de 16,53.
La mejor marca de la tarde la puso el favorito estadounidense Christian Taylor (17, 21). Al parecer, el actual campeón mundial quiere entrar al olimpo.
Jabalinas que no vuelan
En la jabalina, el desempeño de las cubanitas fue paupérrimo, digno de lágrimas. Yanelis Ribeaux clavó el implemento a solo 56, 55 metros, distancia válida para el puesto 29 entre 42 competidoras.
Por su parte, Yanet Cruz tuvo cita tres veces con el foul.
Lo mejor del día correspondió a la checa y vigente reina olímpica, Barbora Spotakova (66,19), secundada por la alemana Christina Obergfoll (66,14).
Skyers a un pasito
En los 200 metros para hombres, el cubano Roberto Skyers cronometró 20, 66 segundos y no pudo avanzar a semifinales.
El criollo fue cuarto en su heat (pasaban los tres primeros), y estuvo en la zona semifinal hasta el sexto combate clasificatorio en el que Christian Brendan, de Antigua y Barbuda, marcó 20, 63 y se coló en el último tren hacia la siguiente instancia.
Maikel Herrera, también de Cuba, cronometró 21, 05 y terminó sexto en su manga.