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Baja el telón, se asoma la corona

Este miércoles podremos saber si Villa Clara sostiene su corona, Granma da la gran sorpresa, Camagüey toma revancha o Guantánamo relanza su candidatura

Autor:

Raiko Martín

No dormiremos hoy sin saber qué equipos lucharán por el trofeo de la 97 edición del Campeonato Nacional del fútbol cubano. El tiempo de la incertidumbre quedará atrás después de los 90 minutos —o tal vez más— que necesitará Villa Clara para sostener su corona, Granma para dar la gran sorpresa, Camagüey para tomar revancha o Guantánamo para relanzar su candidatura.

De seguro, la cancha de Zulueta será un hervidero de pasiones. Allí el llamado «Expreso del Centro» tiene la obligación de someter a Granma para extender su reinado. En ese escenario no cede frente a sus rivales desde la temporada 2008-2009, pero después de eso sus dos triunfos han llegado por la mínima diferencia.

En la presente campaña, los discípulos de Ariel Álvarez han hecho de su feudo una plaza casi inexpugnable, pues nadie pudo arrancarle ni siquiera un «abrazo». Sin embargo, de sorpresas está empedrado el camino hacia los tronos del deporte, y el empate sin goles en el partido de ida pudo ser un anuncio.

Mientras, en el extremo más oriental del país, los agramontinos tienen todas las esperanzas puestas en una venganza. Hace un año los guantanameros le truncaron la ruta hacia la disputa del cetro con un empate 2-2 a orillas del Guaso.

Tampoco la conquista del Rogelio Palacios es algo asequible para el resto de los equipos que este curso han pisado su césped. La última alegría allí de los camagüeyanos también sucedió hace cinco años, y en la presente edición hasta el campeón Villa Clara hincó las rodillas sobre su pasto.

El gol de Aliannis Urgellés en el duelo inicial del match semifinalista aporta cierta ventaja a los orientales, aunque ínfima si se tiene en cuenta que frente a sí tiene un equipo con suficientes recursos como para aguarles la fiesta.

La fiesta termina en Madrid

El Bayern de Munich alemán complació sobre la hora a sus miles de seguidores en el Alianz Arena. Mas su estrecho triunfo de 2-1 como local sobre el Real Madrid en el partido de ida correspondiente a la semifinal de la Liga de Campeones, no fue motivo para un brindis.

Cada vez que estos rivales se retan, el fútbol está de fiesta. Y aun cuando ninguno de los dos equipos arriesgó más de lo esperado en este primer round, el mundo disfrutó de un interesante partido.

Justo al límite de la legalidad llegó el primer tanto del juego, que puso delante a los locales. Solo había transcurrido el primer cuarto de hora cuando el rechazo de un corner cayó en los pies de Ribery, y el francés no desperdició su buena suerte.

Nunca tuvieron los de Mourinho el control del partido, ni la contundente pegada de Cristiano Ronaldo, Benzema y compañía. Sin embargo, le alcanzó un chispazo para trenzar el gran talento de sus figuras y dejar a Özil a cargo de la estocada que puede alumbrar el futuro.

Después de eso volvió a diluirse el equipo español, mientras sus rivales, a fuerza de insistir por los costados, tuvieron el premio cuando el célebre Howard Web ya miraba su reloj. La puntera de Mario Gómez decretó la sentencia y dio vida a los bávaros de cara a la vuelta en el Santiago Bernabéu.

Para hoy está pactado el inicio de la otra semifinal de la Champions, cuando el Barcelona se presente en el Stamford Bridge londinense como favorito para acabar con los sueños del Chelsea.

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