Dicen que sus besos son los mejores del mundo, aunque tengo mis dudas, pues nunca he besado a una francesita. Lo cierto es que a la pertiguista cubana Yarisley Silva le supo a gloria —aunque no haya usado sus labios— la medalla de plata y el récord nacional que logró este martes en la reunión atlética bajo capota de Lieven, Francia.
Nuestra campeona panamericana sorteó la varilla a 4,71 metros del suelo en su tercer intento y solo se vio superada por la extraclase rusa Yelena Isinbayeva (4,81). La vigente monarca olímpica y plusmarquista universal a cielo abierto y en escenarios techados parece estar recuperada tanto física como psicológicamente, así que: «a llorar que se perdió el tete».
Ahora Silva ocupa en solitario la quinta plaza entre las mejores saltadoras de la actual temporada. El bronce fue para la local Vanessa Boslak (4,52 m). La otra antillana en la lid, Dailis Caballero, culminó sexta con 12 centímetros menos.
En la misma justa hubo otra alegría para la Mayor de las Antillas, pues el triplista Alexis Copello resultó tercero con 16,71 metros. El oro quedó en las piernas del italiano Fabricio Donato (17,24) y el subtítulo lo disfrutó el galo Benjamín Compaore (17, 14).