La falta del delantero francés Thierry Henry en el partido clasificatorio entre su país e Irlanda no es sanción seria para el Comité Disciplinario de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), quien decidió no penar la polémica infracción.
La mano que favoreció el gol definitivo en la clasificación de Francia hacia el mundial de Sudáfrica 2010 había sido objeto de protesta airada por las autoridades futbolísticas de Irlanda, país eliminado tras el juego.
La Comisión advirtió que ningún texto jurídico le permite sancionar un hecho que no haya sido señalado por los oficiales de partido celebrado el 18 de noviembre de 2009 para determinar las últimas plazas europeas a la cita del orbe.
Los árbitros no pitaron la acción en el juego, donde el jugador del también club Barcelona acomodó claramente el balón con la mano, para que su compañero William Gallas anotara el tanto que decidió el partido, en clara violación de las reglas básicas de este deporte.
La organización internacional dio así el respaldo a las decisiones de sus árbitros, pero continúa el debate sobre la validez de las grabaciones de televisión para determinar decisiones difíciles, como la mano del francés, que 500 años antes en esa misma isla europea le hubiera costado la amputación por robarse un juego.