El experimentado monticulista cienfueguero declaró este jueves que cuando comenzó la preparación para la cercana Serie Nacional, comprendió que no podría estar a la altura de los últimos tiempos
El lanzador zurdo Adiel Palma, quien por años integró el equipo Cuba de Béisbol, saldrá del deporte activo y dará paso a nuevas generaciones capaces de estremecer a la afición, como lo hizo él.
En una pausa del entrenamiento en el estadio 5 de Septiembre, Palma declaró este jueves a la AIN que cuando comenzó la preparación para la cercana Serie Nacional, comprendió que no podría estar a la altura de los últimos tiempos.
Al respecto, el destacado monticulista cienfueguero, de 91 kilogramos de peso y 1.88 metros de estatura, señaló que decidió entonces no crear falsas expectativas entre quienes lo han visto como abridor o relevista, en partidos nacionales e internacionales.
Como integrante del equipo Cuba, Palma conquistó diversos lauros en Juegos Centroamericanos y del Caribe, Panamericanos y Olímpicos, además de campeonatos y copas del mundo.
Entre los resultados más recientes de primer nivel sobresalen los segundos lugares en el primer Clásico de Béisbol 2006 y en la cita estival de Beijing.
Sobre su retiro, argumentó que es una decisión colegiada con los directivos de la Comisión Nacional y el equipo Cienfuegos, y que debe hacerse realidad durante la próxima temporada cubana de béisbol.
El veterano pelotero adelantó que trabaja con los ocho lanzadores zurdos del equipo, a quienes desea enseñar todo cuanto aprendió, con el objetivo de brindar su aporte para que la novena sureña abandone la posición sotanera que ha ocupado en los últimos tiempos.
Con 38 años de edad, Palma disfruta continuar insertado en el juego de las bolas y los strikes, a partir de ahora con una nueva responsabilidad.
Como bien dijo, esto le posibilitará igualmente seguir de cerca a sus propios vástagos, el mayor nombrado también Adiel, de 10 años, quien ya hace pininos en la categoría escolar 9-10 como lanzador, primera base y campo corto; mientras que Maisel, de cinco años, seguro seguirá sus pasos.