BEIJING.— Mi acreditación no me permite acceder a las instalaciones de la Villa Olímpica, y por eso solo puedo imaginarme la inmensa alegría que impera en las habitaciones ocupadas por los boxeadores cubanos, los más sobresalientes de cuantos se han presentado sobre el cuadrilátero del Gimnasio de los Trabajadores en esta ciudad.
Nada menos que 15 triunfos y una derrota, nueve de los diez miembros del equipo clasificados para la fase de cuartos de final, y la mayoría de los combates definidos con clara superioridad, son desempeños envidiables para casi todas las naciones representadas en el evento.
Los más recientes triunfos, aportados por el mosca Andry Laffita, el minimosca Yampier Hernández y el mediano Emilio Correa —los dos últimos frente a rivales que los habían superado recientemente—, se sumaron a una actuación casi histórica para un grupo de jóvenes figuras que llegó sin la etiqueta de favoritos.
Solo la escuadra cubana escapó al espiral de sorpresivos resultados que ha marcado el certamen, pues cada día se despide algún púgil que sobre el papel tenía grandes opciones de llegar al podio.
Al parecer, el infortunio se ha acomodado en las filas rusas, donde apenas quedan cuatro opciones de medallas después de la derrota de su doble campeón mundial de los pesos medianos, Matvey Korovov, a manos del kazajo Baktiyar Artayev, campeón olímpico hace cuatro años en la división inferior.
Ya apenas quedan en competencia cinco de los peleadores que se coronaron hace un año en el Mundial de Chicago, y otros 18 de los 44 hombres que conquistaron alguna medalla en la urbe estadounidense. Contra ellos se librarán las próximas batallas.
«Nos estamos preparando sobre todo en el plano psicológico, los muchachos están conscientes de las posibilidades que tienen, de sus potencialidades, y esa mentalidad ha sido fundamental para obtener estos resultados», fueron las palabras de Pedro Roque para explicar el impresionante paso de sus pupilos.
Sobre los rivales por venir, el estratega cubano confesó no sentir preocupación, pues siempre la preparación está enfocada al oponente de turno.
«Más allá de la notable actuación que hemos tenido, me interesa que despegue aquí una nueva generación del boxeo cubano, que no se pierda la esencia, que no se pierdan los resultados mundiales y olímpicos, y creo que lo más importante es ir formando un equipo. Con los que están aquí, los que se quedaron, los juveniles que se preparan para su próximo mundial en México, y con las figuras que surjan, estamos en condiciones de cumplir ese objetivo con vistas a los próximos Juegos Olímpicos», añadió.
Y con ese mismo optimismo, cuando el sol comience a alumbrar en la Isla, saldrán tres cubanos a luchar por las primeras medallas.
Antes del gong, el duelo más peliagudo lo asumía el jovencito Rosniel Iglesias, quien tendrá en la esquina opuesta al ruso Guenady Kovalev, subcampeón del pasado mundial.
En la misma cartelera, el welter Carlos Banteaux tiene de oponente al egipcio Hosam Abdin y el crucero Osmai Acosta va por su tercer triunfo frente al griego Ilias Pavlidis.
Resultados del sábado48 kg: Yampier Hernández (CUB) venció a Georgiy Chygayev (UCR) 21-3; 51 kg: Andry Laffita (CUB) a Khalid Yafai (GRB) 9-3; 75 kg: Emilio Correa (CUB) a Sergiy Derevyanchenko (UCR) 18-4.