Río de Janeiro.- Con el pensamiento en la medalla de oro, dos pugilistas cubanos escalaron este viernes el cuadrilátero, pero solo uno la consiguió, pues la desatención defensiva del otro le costó bien caro en la primera final del boxeo en estos XV Juegos Panamericanos.
A pesar de recibir un conteo de protección en el segundo asalto, el campeón mundial de peso ligero, Yordenis Ugás, derrotó en toda la línea por 21-8 al brasileño Everton Lópes, y se agenció el preciado metal de oro. Con sus golpes rectos, el santiaguero llegó sin obstáculos al rostro del anfitrión, ante el cual «bailó» y se movió por todo el encerado.
«Yo sabía que él se iba a mover mucho, por eso yo también empleé mi velocidad. Ya lo había derrotado en el Córdova Cardín y en la III Olimpiada del Deporte Cubano. Mi estrategia fue pelear en contraataque. Sí, me sorprendió con un fuerte golpe, pero lo asimilé y luego impuse mi ritmo de pelea», aseguró Ugás.
En ocasiones, las sorpresas adquieren notas negativas. Y esto le sucedió al camagüeyano Yusiel Nápoles (81 kg), quien superaba 6-4 al colombiano Eleider Álvarez en la mitad del tercer asalto, cuando en un intercambio en el medio del cuadrilátero, su rival le pegó un demoledor derechazo que lo envió al tapiz, y no pudo recuperarse.
Hoy, escalarán al ring otros cuatro pugilistas cubanos en busca de medallas de oro. Son ellos el peso pluma Idel Torriente, quien cruzará guantes con el puertorriqueño Abner Cotto; Emilio Correa (75 kg) lo hará contra Argenis Núñez; Osmay Acosta (91 kg) intentará imponer su esgrima boxística ante el fogoso venezolano José Julio Payares, en tanto el superpesado Robert Alfonso rivalizará con el colombiano Oscar Rivas.