RÍO DE JANEIRO.- El parque acuático María Lenk es una de las instalaciones de referencia en estos XV Juegos Panamericanos, junto al gran estadio Joao Havelange y la Arena Olímpica, todos construidos especialmente para la cita continental.
María Lenk, quien murió tres meses antes de que comenzaran los Juegos, fue la primera mujer sudamericana en participar en unas Olimpiadas, en Los Ángeles 1932, así que hasta el nombre emociona en este recinto donde se desarrollaron las competencias de natación y hoy comienza el clavado.
Y el estreno no pudo ser mejor, pues en la natación se rompieron nada menos que 21 récords panamericanos, siete de ellos el día 18, convirtiéndose el torneo en una verdadera fiesta para el público.
Pero, ¿cuál es el secreto? ¿Qué se necesita para tener una pista «rápida»? Por supuesto que en ello influyen las cuestiones técnicas, pues se empleó un novedoso sistema de construcción y diseño para que el agua «molestara» lo menos posible a los nadadores y los carriles laterales no fueran demasiado desventajosos.
Sin embargo, los protagonistas hallaron otras explicaciones. La estrella argentina José Meolans, por ejemplo, declaró a la prensa acreditada que los grandes resultados se debieron a que los atletas se prepararon muy bien y llegaron a Río en excelente forma.
Y no le falta razón. El caso más evidente es el del «delfín» brasileño Thiago Pereira, quien terminó con seis medallas de oro, una de plata y otra de bronce.
«El aliento del público influyó mucho. Escuchaba a los aficionados hasta debajo el agua, lo cual fue muy estimulante. Eso también contribuyó a mejorar las marcas», confesó Thiago en una entrevista televisiva.
«Es público es casi un doping, no solo para nosotros, sino para todos los competidores», explicó a su vez la carioca Rebeca Gusmao, vencedora en los 50 metros estilo libre.
En fin, ¿con qué versión se queda usted? ¿Con todas? Así no se vale...