Río de Janeiro.— Con una cerrada ovación y visibles muestras de cariño fue recibida anoche la delegación cubana a su paso por el emblemático estadio Maracaná de esta ciudad, escenario de la ceremonia de inauguración de los XV Juegos Panamericanos Río de Janeiro 2007.
La entrada de la judoca Driulis González portando nuestra enseña nacional provocó la algarabía de los más de 90 000 espectadores del acto de apertura, una muestra más de la simpatía y apoyo que recibirán los atletas cubanos durante la presente cita continental.
Después, solo el desfile de los anfitriones —con el medallista de bronce olímpico Vanderlei Cordeiro al frente— desbordó el entusiasmo de los presentes, quienes disfrutaron de una ceremonia espectacular, excelente, e impecable, presidida por el mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
La energía del pueblo brasileño matizó este gran paseo por la música y la geografía del país. El acto constituyó una gran ópera popular, con efectos de luz, explosión de fuegos artificiales y toda una ensalada de ritmos y coreografías, donde se enrolaron 4 500 voluntarios.
En la hermosa fiesta, miles de voces acompañaron a la cantante Elza Soares en la interpretación del himno nacional, y continuaron el disfrute junto a los afamados Arnaldo Antunes y Ana Costa, quienes cantaron el tema musical de los Juegos, ¡Viva esa energía!
Y como usted se imaginará, no podía faltar la samba, con 1 500 percusionistas dispuestos por los palcos, la grama y los accesos de las gradas, en las cuales se oía el «brasileirinho»: ese soy brasileño, con mucho orgullo, con mucho amor, que tanto pesa por estos lares.