No hay dudas de que en el fútbol, goles son amores. Y si usted desea confirmarlo, remítase a la jornada de ayer de la Copa América Venezuela 2007, en la cual el debut del grupo C archivó diez dianas, en la subsede de Maracaibo.
A primera hora, la selección de Paraguay apabulló sin compasión a Colombia (5-0), con un trío de perforaciones al aval del ariete Roque Santa Cruz y otro dúo de Salvador Cabañas.
Y en el duelo del cierre, Argentina confirmó su condición de favorito para alcanzar el título, tras dominar en toda la línea a Estados Unidos con pizarra de 4-1.
Los estadounidenses abrieron el marcador, con un penalti tempranero (min. 9) anotado por Eddie Johnson. Pero la albiceleste «apretó el pedal», mejoró en la recuperación de balones en la mediacancha, y llegaron dos goles consecutivos de Hernán Crespo. La fiesta culminó con las anotaciones de Carlos Tévez, sustituto del fenomenal Lionel Messi, y Pablo «el payasito» Aimar, quien entró a la cancha por Esteban Cambiasso.