Hace tiempo, cuando los abuelos querían regañar a los tíos peludos, les decían: «¡Pareces un ovejo!». Pues bien, en Canberra, en la lejana Australia, hallaron hace poco una oveja que de veras lo parecía: llevaba años perdida y, cuando el campeón nacional de esquila y cuatro ayudantes terminaron de «pelarla», les dejó en las manos 42,3 kilogramos de lana, un récord Guinness que dejó atrás los 28,9 kilitos de una colega neozelandesa.