Muchas mujeres chinas y japonesas enfrentan un gran conflicto cuando pretenden regresar a sus países después de haberse sometido a una cirugía plástica en Corea del Sur, donde, se dice, están los mejores especialistas de este campo. Resulta que vuelven irreconocibles, y los agentes de emigración no encuentran similitud entre el rostro que tienen ante sí y el de las fotos en los pasaportes. Por eso, muchas no han podido retornar a casa. Ahora, los hospitales sudcoreanos emiten un certificado médico a los pacientes que viven en el extranjero, con datos tales como nombre de la persona, número de pasaporte, duración de la estadía en el país, así como de la institución médica.