Antonio Baldassarre dijo ser hijo de un jefe mafioso de la Camorra napolitana cuando asaltó dos farmacias del vecindario Fuorigrotta, quizá para que los boticarios entregaran rápidamente el dinero de la caja. Con solo 269 dólares salió el ladronzuelo y se montó en un taxi que pasaba; pero la policía lo encontró rápidamente porque había sido grabado por las cámaras de seguridad. Para colmo del supuesto camorrista, había dejado olvidado el botín en el taxi.