Pocos agentes policiacos se habrán enfrentado a estos singulares cacos. Sucedió en el Condado Marion de la Florida, donde una vecina de Reddick salió bien de mañana y cuando regresó a las seis de la tarde encontró que habían desaparecido los 300 pies cuadrados de ladrillos que pavimentaban la entrada al garaje de su casa. Un testigo aseguró a la policía que durante todo el día habían estado «trabajando» dos hombres, quienes cargaron el trailer de una camioneta con el material. Abierto el caso, ahora la policía intenta encontrar a los insólitos ladrones para poder decir «caso cerrado».