Gracias al ingenio del japonés Shogo Fukushima los amantes de las películas de terror podrán disparar aún más su adrenalina. Fukushima diseñó la «silla del miedo», que pondrá los pelos de punta a quienes se sienten en ella. La butaca cuenta con sensores en los apoyabrazos que captan señales del cuerpo ante imágenes tenebrosas y emite una pequeña descarga eléctrica que eriza los pelos de los brazos y la espalda. Aún no se sabe cuándo el invento se instalará en los cines.