Así cuenta Alba que le dijo su esposo antes de morir. Y tan al pie de la letra tomó la mujer la declaración de su marido, que cuando a los 61 años el hombre falleció por causas desconocidas, la señora escondió el cadáver en su casa con la esperanza de que su amado regresara del «más allá». Lo malo empezó cuando los vecinos comenzaron a quejarse del pésimo olor y tuvieron que llamar a las autoridades, quienes encontraron el cadáver en la habitación principal, envuelto en una sábana. Para esperar el prometido retorno de su marido, la paciente esposa se acostaba cada noche en el lecho matrimonial, no fuera a ser que el caballero decidiera volver y ella no estuviera lo suficientemente cerca.