A las mujeres que gustan pasar horas encima de altos tacones y han salido a tropezones de un club nocturno y caminado descalzas tras bailar toda la noche, este nuevo invento les vendría como anillo al dedo... o mejor, como alivio a los pies. Resulta que una estudiante alemana, Isabella Fendt, acaba de diseñar una máquina expendedora de zapatillas de relajación desechables, las cuales podrían instalarse afuera de las «disco», en gasolineras o en cualquier esquina. Dicen que a Isabella se le ocurrió la genial idea en medio de un intenso dolor de tobillos. Enhorabuena, Isa, dirán las féminas ...