En Estonia, 37 participantes se reunieron en un campo de la ciudad de Tartu y tuvieron diez minutos para atrapar la mayor cantidad posible de mosquitos en un área reducida. Según las reglas del sui géneris campeonato, el invertebrado podía ser capturado vivo o muerto. El ganador, Ruano Luksepp, atrapó 28 mosquitos y fue picado muchas veces antes de coronarse campeón. Sin dudas, una original manera de combatir la plaga.