Un perro pitbull fue puesto en libertad condicional por orden de un juez en Estados Unidos, tras haber pasado dos semanas «en prisión» por arrancar a dentelladas la defensa de un vehículo policial, sin que lo detuviera el gas lacrimógeno, ni siquiera un disparo de una pistola eléctrica.
Solo un oficial armado con un palo logró hacer entrar en razón al animal, llamado Wisnton, que mordió además dos rejas y atacó cuatro vehículos distintos.
Ahora, según el juez, el «cachorro» tendrá que cumplir con un entrenamiento de obediencia de seis meses para poderle quitar el calificativo de «potencialmente peligroso».