No se trata del popular personaje de Disney, sino de la no menos hermosa y mucho más desafortunada Sirenita del puerto de Copenhague, quien abandonará por primera vez la roca en que fue instalada para irse de paseo al otro confín del universo. La pequeña estatua de bronce, símbolo de la capital danesa, se va de vacaciones a la milenaria China. Allí, será la atracción principal del pabellón de su país en la Exposición Mundial 2010, que acogerá la ciudad de Shanghai. ¿Se encontrará con Mulán?