Varios laboratorios mexicanos han empezado a ofrecer un estudio de ADN para que los ciudadanos puedan detectar si les están adornando la cabeza con vistosas cornamentas. Si alguien cree que su pareja le es infiel, «puede entregarnos una prenda íntima, una sábana, un chicle masticado», explicó el director de Mexigen, uno de los modernos laboratorios, que el mismo día del anuncio recibió ¡50 solicitudes! Próspero negocio, ¿eh?