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Infidelidad descubierta

Al desleal británico Pasha Cummings lo deshonraron por toda la ciudad en Seaford. Australiano de 67 años descubrió que su matrimonio era inválido... se había casado... ¡borracho!.  Enterradores ucranianos construyen el ataúd más grande del mundo

Autor:

Juventud Rebelde

Pobre Pasha

La venganza es un plato que se sirve frío, reza un dicho popular, aunque parece más suculento cuanto más público resulta el escarmiento. Si no, que le pregunten al británico Pasha Cummings, un marido infiel, obligado a ver sus propias sentaderas a cada paso que da en Seaford, su pueblo natal, luego de que su vengativa ex esposa tapizara la ciudad con fotos de su nada glamoroso trasero en paredes, postes, paradas de bus... El cartel exhibe además la leyenda Pasha Cummings: mentiroso y traidor, para completar la vendetta de su ofendida ex cónyuge, quien convenientemente se mudó a otra localidad un día anterior a la puesta en marcha de la operación «trasero descubierto».

Olvido

Un australiano de 67 años descubrió que su matrimonio era inválido porque ya se había casado... ¡borracho! El hombre había contraído nupcias 30 años antes, aunque no conservaba el recuerdo precisamente. «Me viene a la memoria una linda rubia que conocí en Arizona, pero no tengo ninguna imagen de haberme casado con ella, o una ceremonia, o siquiera haber hablado de casarnos», explicó. No en balde, el cielo se le vino abajo cuando las autoridades de migración le dieron la noticia. Y menos mal que su «media naranja» —que pasó a ser su novia— no se agrió y se mostró comprensiva, porque ahora deberán casarse en serio.

Menudo féretro

Enterradores ucranianos afirmaron haber construido el ataúd más grande del mundo. Pero no solo eso, sino que dentro del sarcófago de más de 20 metros de largo han construido un bar temático, decorado con féretros de tamaño real y platos con nombres relacionados con la muerte como por ejemplo «nos vemos en el paraíso». Esta cantina mortuoria, bautizada Eternidad, es el emprendimiento de una casa funeraria de Truskavets en la frontera con Polonia, que según su director Stepan Pyrianyk, será buena para el turismo en la región. ¡Para morirse de la risa!

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