Virgilio López Lemus fue agasado este sábado por su amplísima y vasta obra literaria, reconocida dentro y fuera de Cuba. Autor: Jorge Fernández Pérez Publicado: 15/02/2025 | 10:33 pm
«Su obra es algo imposible de evitar, cuando de poesía y literatura se trata», dijo Yanelis González Leyva, directora de la editorial Letras Cubanas, al referirse a la trayectoria creativa de Virgilio López Lemus, poeta, ensayista, editor y traductor, a quien se dedica la Feria Internacional del Libro de La Habana, en su edición 33ra.
El homenaje al destacado intelectual tuvo lugar este sábado en la sala Nicolás Guillén de la Fortaleza de San Carlos de La Cabaña, sede principal del evento más importante para los amantes de los libros en Cuba.
Con el reconocimiento al aporte significativo de Virgilio López Lemus al universo literario del país comenzó el encuentro, al que asistieron Alpidio Alonso Grau, titular de Cultura, así como otros representantes de instituciones culturales cubanas.
Fernando Rodríguez Sosa, periodista, promotor literario, crítico y uno de los participantes en el coloquio sobre la vida de López Lemus, aludió a la prosa reflexiva y ensayística del destacado autor.
Los libros Las aguas y el espejo. Especulaciones sobre la poesía y Elogios y preludios a poemas cubanos fueron el plato fuerte de esta suerte de tertulia literaria para honrar la prolífica obra de López Lemus. Estos dos títulos recogen estudios y reflexiones acerca de la poesía, pero con determinadas diferencias en cuanto a los lectores.
«El primero está dirigido a especialistas e investigadores sobre la poesía, mientras que el segundo se dirige a un gran público general», precisó Rodríguez Sosa, al tiempo que se refirió al papel del homenajeado como uno de los poetas más representativos de la literatura de entre siglos en Cuba.
Su obra constituye una fuente referencial para los autores de diferentes partes del mundo y, según sobresalió, refleja el vínculo que ha mantenido con el Sistema de Ediciones Territoriales, al tener varios materiales publicados bajo sus sellos.
Siempre está haciendo algo
«Me pregunto de dónde saca tiempo para escribir, más allá de las posibilidades temporales que le da el día. Es un autor que siempre está haciendo algo», reconoció Enmanuel Tornés Reyes, investigador, profesor, ensayista y crítico literario.
Al Virgilio cercano, ese que escribe libros del empeño y la preocupación, se refirió este panelista, quien comparó el compromiso demostrado con un sacerdocio dentro de las filas de la literatura nacional.
Algunos de los libros publicados por López Lemus, quien, según sus propias palabras, ha dedicado la mayor parte de su vida a la escritura.
«Tal vez es en Cuba el más prolijo, el más fecundo, el más sacerdote de los escritores cubanos», dijo Tornés Reyes, quien elogió también el papel de López Lemus como gestor cultural, una de sus facetas menos conocidas.
Asimismo, recomendó a los presentes acercarse a la obra de este autor, que ha mantenido presencia en publicaciones periódicas nacionales y extranjeras, y se ha posicionado como uno de los creadores más productivos a nivel nacional.
«La poesía tenía que ser, ante todo, poesía, y Virgilio nos permitió ver eso. Buscaba las entrañas de la cotidianidad, no su superficie, y la poesía que él mismo practicó en las distintas etapas de su evolución lo evidencia», expresó Enmanuel.
Cuatro copas llenas
El homenaje también propició la presentación de su nuevo libro: Cuatro copas llenas, de la editorial Letras Cubanas, que agrupa cuatro poemarios inéditos hasta el momento: Tristeza de las cosas que no fueron, La inmensa edad, Concierto con variantes y Copas llenas.
A este ejemplar hizo alusión el poeta Derbys H. Domínguez Fraguela, quien expuso que la poesía de Virgilio y sus creaciones buscan desaparecer en la sustancia de las cosas transparentándose sin duplicidad.
Argumentó que su irradiación, más que la claridad o el resplandor de la bonanza que brota de ella, es el horizonte perseguido por cada poema, lo que desde adentro y sin palabras nos dice la pureza del acto de publicación.
«López Lemus es alguien semejante a un ceramista que, al volver sobre las mismas obsesiones, devastado el molde de su figura, sin más buril que el lápiz y la mano, y frente al desgaste de la materia, no le queda más remedio que esculpir en el tiempo», expuso Domínguez Fraguela.
El hijo de flora
Virgilio López Lemus, el gran homenajeado de la jornada de este sábado, agradeció al Ministerio de Cultura, el Instituto Cubano del Libro y, sobre todo, a la Revolución, a la que debe cada uno de sus logros, el honor que le hacen desde la Feria, honrando su vida y su obra.
«Yo no soy más que el hijo de Flora y, si mi padre se hubiera llamado Fauna, yo sería el hijo de la Flora y la Fauna», bromeó con los presentes, en una nueva muestra de la sencillez que lo caracteriza, a pesar de la valía de sus escritos.
En sus palabras, comentó que ha dedicado la mayor parte de su vida a la escritura, que comenzó alrededor de los cinco años de edad.
Destacó la importancia del trabajo y la entrega, en pos de lograr los proyectos personales y profesionales, con la mayor pasión posible para alcanzar el éxito y dio las gracias a la editorial Letras Cubanas por esta nueva oportunidad que lo ha llenado de dicha.
«La poesía no ha sido solo mi objetivo vital, sino la que me ha ayudado a vivir. No soy más que un servidor de la poesía», sentenció López Lemus.