Más de cien músicos se darán cita sobre el escenario de la sala Avellaneda del Teatro Nacional de Cuba para celebrar la buena música de los Alfonso. Autor: Titina Style Publicado: 21/06/2023 | 08:29 pm
Poco más de un año ha pasado desde que viera la luz en plataformas digitales el disco Ancestros Sinfónico (FAC Music/El Cerrito Record), el 27 de mayo de 2022. Desde su estreno hasta la fecha, el más reciente fonograma que protagonizan el grupo Síntesis, X Alfonso y Eme Alfonso ha tenido una cosecha digna de orgullo para toda Cuba, reflejada en el Latin Grammy 2022 como mejor álbum folclórico, el gran premio Cubadisco 2023 y una alta expectación entre el público, deseoso de disfrutar su música, más allá de las grabaciones.
Por estos días hay mucho movimiento en el Teatro Nacional de Cuba, probablemente un poco más del habitual, pues entre el 23 y el 24 de junio 113 músicos subirán a la escena de la sala Avellaneda para hacer realidad la posibilidad de que la audiencia visualice el álbum cuyos arreglos, composición, producción y dirección musical corrieron a cargo del polifacético artista X Alfonso. Se trata de un homenaje a su progenie y a sus raíces, un regalo a todo cuanto sus padres le inculcaron, en el arte y en la vida.
JR se acercó hasta la céntrica sala durante los ensayos de lo que promete ser uno de los espectáculos más singulares del presente año en el panorama artístico nacional, pues junto a la familia Alfonso y el grupo Síntesis estarán la Orquesta del Lyceum de La Habana, bajo la batuta de José Antonio Méndez Padrón, y el Coro Nacional de Cuba dirigido por la maestra Digna Guerra.
«Es un privilegio para nosotros hacer este trabajo. Yo le tengo una fe extraordinaria, creo que tiene la misma sustancia que cualquier composición de la música sinfónica, desde Wagner, Bethoveen, Hayden, Amadeo Roldán o Caturla, tiene de todo y tiene de rock. Síntesis siempre se basó en el rock sinfónico, desde nuestra concepción. Yo siempre digo que X vino, quiso montar las canciones en un cohete y las lanzó», comenta Carlos Alfonso, mientras comparte sofá con su compañera en la vida y la creación, Ele Valdés, y X anda de un lado al otro del espacio, pendiente de cada detalle técnico en los ensayos.
El fonograma es el segundo que vio la luz bajo el sello FAC Music de Fábrica de Arte Cubano —el primero fue Inside, también de la autoría de X Alfonso—. Este material está compuesto por diez canciones, un recorrido por algunos de los cantos que asumió Síntesis en su trilogía Ancestros (1987; 1994; 2003), un boom en su tiempo por los moldes que rompió combinando los cantos afrocubanos con el rock y otros géneros, auténticos clásicos del rock-fusión cubano. Ahora la obra adquiere otra dimensión con estas reinterpretaciones sinfónicas.
Ele, vocalista y fundadora de la agrupación, ve Ancestros Sinfónico como «un viaje muy visual. Todos estos arreglos que hizo X y su forma de imbricar los cantos con esas sonoridades me producen imágenes nuevas constantemente, me transportan. Aunque es una música que hemos cantado durante 30 años, desde el primer disco, impone interpretarlas con una orquesta detrás, bajo la dirección de Pepe Méndez que me parece un director con una capacidad increíble, Digna Guerra con el coro y Pepe Gavilondo, fundamental dentro del disco».
«No sé qué sería de nosotros sin Pepe Gavilondo. Tenemos una gran suerte de tenerlo en la familia», apostilla Carlos, recordando el trabajo del joven tecladista de Síntesis, quien asumió las transcripciones de las partituras para estas presentaciones. «Me parece que la gente lo va a disfrutar mucho, pues es tan distinto a lo que han escuchado e imaginado. Es muy reconfortante este proceso porque la mayoría de los músicos son muy jóvenes y se ve cómo disfrutan esto», comenta Ele.
Ambos creadores acumulan un bregar de 47 años al frente del proyecto Síntesis y en esas décadas de trabajo son muchos los nombres que recuerdan, por sus diferentes aportes que han marcado el trabajo de la agrupación, como José María Vitier, Amaury Pérez, Esteban Puebla, Lucía Huergo, entre muchos otros músicos, junto a los consejos de Lázaro Ross, fundamental para aquella primera entrega de Ancestros en 1987, o los asesoramientos de Natalia Bolívar y Leo Brouwer para este nuevo disco, «y los santos», siempre presentes para Carlos Alfonso.
Distantes parecen haber quedado los tiempos en que se fraguó el material sinfónico, en medio de la pandemia de COVID-19. Ahora llega este espectáculo que disfrutaremos en los próximos días, algo que en aquellos momentos de la producción del material era impensable por las propias exigencias de la lucha sanitaria.
Aquel proceso de grabación, los padres de la saga Alfonso lo definen como atípico, pues resultaron imprescindibles la producción de Sandra López y Kenya Autie, así como Oscar Autie en la masterización. Todo ese trabajo deviene un material exquisito que combina con maestría los cantos afrocubanos con ese monte sonoro espeso, hecho de batá, melodías sinfónicas y otros elementos del imaginario yoruba y las deidades, desde Elegguá a Oshún, pasando por Obbatalá, Yemayá, Shangó. Y llegó el Latin Grammy. «Es un premio para este país, no solamente para nosotros, porque la gente cuando nos ve nos habla con mucho cariño y nos sigue felicitando. Fue una sensación inolvidable y además lo vivimos juntos, en familia», recuerda satisfecho Carlos Alfonso.
De aquellos ancestros, este sinfónico
Cuando a finales de la década de los 80 Síntesis presentó su primer Ancestros, se produjo una conmoción en el público que valoró en la propuesta algo totalmente diferente a lo conocido. «En el ‘84 lanzamos Hilo directo, un álbum de rock, en el que había dos canciones con el concepto afrocubano, Asoyín, de Carlos, y Mereguo, de Lucía Huergo. A partir de ahí nos proponen desarrollar esa línea creativa y nos metimos a investigar en el folclor, con Lázaro Ross. Estudiamos todo lo relativo a la religión yoruba y los cantos, los bailes, las rítmicas, todas las músicas, saber los tiempos de los batás y entonces produjimos el primer disco de lo que después fue la serie. En aquel tiempo estábamos Lucía Huergo, Fidel García, José Bustillo, Frank Padilla y nosotros dos.
«Lo mejor de esto es que los jóvenes de cada década asumieron eso como música propia, unas sonoridades que estaban relegadas y marginadas. Después, para Ancestros II entra X con otra manera de pensar y Esteban Puebla con ganas de seguir experimentando sobre nuestra base. Entonces en el segundo disco llega Esteban con su Aguanileo, un himno que donde Síntesis se presenta, y no lo toca, la gente lo pide. Es una trilogía que nos ha traído mucha satisfacción», rememora la intérprete cuya voz es imprescindible para contar y cantar esta experiencia sonora.
Sobre el trabajo de creación que ha distinguido a la agrupación, Carlos Alfonso, su director fundador, defiende la idea de que «los creadores que siempre nos acompañaron eran pensadores, gente con una cultura académica impresionante que venían con la intención de experimentar, daba igual si el tema duraba cinco o seis minutos, esto no era comercial. Daban rienda suelta a su imaginación, creación y eso es lo que pasó con los Ancestros, con influencia del jazz y el rock.
«Por ejemplo, para mí Asoyín es Peter Gabriel, es Phil Collins, es Génesis, pero dentro tiene una profundidad espiritual muy grande porque sus dos (¡can, can!), que son desiguales, son para referirnos a una persona coja porque la deidad a la que hacemos referencias es San Lázaro. Nosotros no queríamos dos tambores, queríamos el sonido de la batería y el metal. Y eso es lo que hemos querido transmitir a los que nos acompañan en este hermoso viaje», sintetiza.
Se trata de un recorrido que apenas comienza y del que auguramos muchas emociones. Por su parte, ambos creadores, base sólida del frondoso árbol familiar que tantos buenos frutos ha dado, no disimulan su alegría. «Es una satisfacción y un orgullo tremendo ver a nuestros hijos cómo bebieron de todos los tropiezos y experiencias que vivieron con nosotros y ahora hacen sus propios caminos con gran reconocimiento. Y aquí estamos para seguir haciendo arte».