Sobre las posturas de López Obrador más fuertes y su anunciada visita a Cuba, el intelectual mexicano expresó: o creas el eje latinoamericano progresista o estás solo en el mundo. Autor: Marina Menéndez Quintero Publicado: 30/04/2022 | 07:50 pm
Algún compatriota suyo, quizá con aire de broma, lo llamó «la segunda persona más importante de la Cuarta Transformación después de Andrés Manuel López Obrador», durante una de las varias enjundiosas mesas de debate protagonizadas por intelectuales de México durante esta Feria del Libro en La Habana.
No sé si él habría aceptado esa definición. Por lo pronto, Paco Ignacio Taibo II, con quien esta redactora había logrado unas horas antes escasos, pero ágiles minutos de conversación, considera que «la Cuarta avanza; se sostiene», y que «lo interesante es seguir con Andrés; andar con Andrés», en alusión cercana al Presidente que está cambiando los destinos de México.
Se declara un miembro sonriente de Morena (Movimiento de Regeneración Nacional, en el Gobierno), la mayor parte de los días de la semana. Los otros, dice, le pelea.
Viste quizá con más informalidad que hace, tal vez, 25 años, cuando estuvo en la sede de este diario para intercambiar sobre periodismo y dejarnos algunas de sus experiencias.
Y por sobre el escritor famoso que ahora es, sigue descollando en él ese espíritu dinámico de los reporteros.
La inmediatez de otro compromiso de la Feria apenas le dejaba chance para la entrevista cuando casi le embosqué, al término de uno de los conversatorios en la habanera Casa de México, mientras mi joven colega Sergio esperaba su cita con él, al día siguiente. No la consiguió pero ahora lo persigue por WhatsApp así que, si logra entrevistarlo —y ojalá sea—, tendremos la fortuna de «escuchar» otra vez a Paco Ignacio Taibo II en estas páginas.
Aquella tarde se había levantado raudo de la mesa, y la persona que lo acompañaba me explicó que el tiempo era escaso y conversaríamos pero, primero… él debía fumar.
Aproveché la «cobertura», que para mí era genial, y le expliqué que podríamos fumar juntos en lo que hablábamos.
Pronto estuvimos los dos, satisfechos, asomados a un portón hacia la calle Obrapía y contaminándola con nuestros respectivos humos.
Ciertamente, ni el tiempo dedicado a la literatura ni el mucho que seguro le ocupan sus funciones como director del Fondo de Cultura Económica de México han matado al periodista que es Paco Ignacio.
Sus respuestas eran veloces y concisas como seguro él las habría deseado al entrevistar, de manera que nuestro rápido tiroteo entre una bocanada y otra no restó peso —por el contrario, añadió gracejo— a la información llena de sustancia que brindaba.
—¿Qué es el Fondo de la Cultura Económica que usted dirige?
—Es un aparato editorial que tiene 150 librerías, delegaciones en 11 países, una editorial que publica un libro y medio todos los días y que ahora está instalándose por primera vez en Cuba.
—Eso quiero que me diga, cómo nace la idea, ¿qué será?
—Hace un año venimos negociando con el Ministerio de Cultura cubano cómo poner una librería para que los libros del Fondo lleguen a La Habana, y tropezamos con el problema de los precios. Si llegábamos a precios en dólares y muy caros, iba a ser inviable; es más, el Gobierno cubano no podía pagar en divisas los libros. Entonces tuvimos que estar buscando la manera, y parece que la encontramos. Y la nueva librería va a estar en pie dentro de un mes, yo calculo, y se va a llamar Tuxpan.
—Usted le da gran importancia al libro, en general, en la vida de las personas, ¿por qué?
—¿Por qué…? Es una pregunta que está como en el sobrentendido. El libro forma parte integral de tu vida. Eres lo que vives, lo que crees… pero también eres lo que lees.
—Son evidentes los esfuerzos que ha desplegado México para asumir esta invitación que le hace la Feria Internacional del Libro de La Habana como su convidado especial, pero, por dentro, ¿cómo se ha vivido este hecho?
—Eso ha implicado levantar en un mes y medio la Feria. Yo tengo que decir que la parte que nos tocó al Fondo fue muy complicada. Había que hacer una selección, ver precios… Y la parte que hizo Cultura (el ministerio de México) fue excelente, que logró resolver el problema fundamental. Si no teníamos transporte, ¿cómo traíamos esa cantidad de libros? Y el problema si usábamos transportes comerciales: ¿cuándo llegábamos aquí y a cuánto llegábamos de sobreprecio por el costo?
—¿Está satisfecho?
—No, nunca estoy satisfecho… El día que me muera estaré satisfecho.
—Paco Ignacio, ¿cuáles son sus vínculos con Morena?
—Soy miembro de Morena. De lunes a viernes soy miembro de Morena sonriente, y sábado y domingo le peleo a Morena por burócrata, por lenta, por falta de espíritu social, pero soy miembro de Morena.
—En líneas generales, ¿cómo usted observa que marcha la Cuarta Transformación?
—Mira, ante nuestro desconcierto avanza, sigue avanzando; parece que «la Cuarta» tiene unas raíces sociales que la hacen incomparable. Y mientras no haya indicadores de que hay freno, sigue avanzando. Sigue avanzando en varias cosas, en medicina, en medidas sociales, en educación, en el debate público; sobre todo, en el gasto social dedicado a los pobres.
—¿Por qué cree que ahora todos los partidos de oposición, de esa manera tan tajante, se han opuesto a la reforma energética?
—Se han coaligado.
—Exactamente…
—¿Te lo digo en cubano? Porque son unos co-
memierda, mija. Atrévete a publicarlo en JR, que te autocensuras.
—Es como una tozudez política.
—No, jajaja. Es instinto de clase. Los partidos políticos de lo que llaman la oposición representan a los mismos intereses de una sociedad conservadora,
reaccionaria, oligárquica, vendida, corrupta.
—¿Cuáles pueden ser los mayores escollos que todavía deba enfrentar López Obrador en este proceso?
—Lo interesante es seguir con Andrés y cerca de Andrés. Es que todas las semanas tiene algunas sorpresas metidas en un armario (…) Las saca y las lanza. Y generalmente son sorpresas que sintonizan con sentires populares (…) El día que le digamos desde la plaza pública «Andrés, nacionaliza», el pueblo… A lo mejor encuentre obstáculos como los que está encontrando en la reforma eléctrica, pero «la Cuarta» avanza, sorprendentemente. Avanza, que no me lo estoy inventando. Se sostiene.
(«En estos días su popularidad aumentó a 71 por ciento», apunta un académico mexicano que se ha sentado junto a nosotros).
«Es increíble. En todo el planeta, el desgaste de gobernar es una pérdida (de popularidad) de diez por ciento, 15 por ciento anual de los índices de aprobación. Andrés tiene un índice de aprobación creciente».
—Tiene que ser por las políticas que promueve…
—Tiene que ser porque posee un arraigo con cierta sensación general que había en el país de «esto tiene que cambiar…». Y que sintonizó con las grandes mayorías.
—Me llamó la atención el hecho de que, cuando asumiera, López Obrador dijera que gobernaría solo por este mandato. ¿Será suficiente un sexenio para concluir todo esto que él ha emprendido?
—No lo sé, pero uno de los pilares de la salud mental mexicana es la no reelección. Para un país que vivió el porfirismo, que vivió el santanismo —y por eso es importante estudiar la historia: Santana con ocho reelecciones, Porfirio con siete…— el pilar de la no reelección es un acto de salud mental. La reelección tiende a institucionalizar caudillos y no es sano.
—¿Tendría un relevo Morena?
—Más le vale. El Dios de los ateos nos proteja, porque el otro no nos hace caso.
—En los meses recientes se observan posturas de López Obrador más fuertes, más radicales. ¿Cómo usted valora su anunciada visita a Cuba?
—Yo creo que es el justo resultado de una situación de latinoamericanización de Andrés que no vivió al principio de su presidencia (…) Y a lo largo de su gestión presidencial se ha ido latinoamericanizando por una razón bien simple: o creas el eje latinoamericano progresista o estás solo en el mundo.
—¿Hay algo que usted quiera agregar?
—Sí, que no te censuren la parte donde digo que la derecha mexicana son unos comemierda…