Renovada «carátula» para la promoción del libro agramontino

CAMAGÜEY.— Una transformación sostenida exhiben las diferentes instituciones vinculadas con la promoción y creación literaria en esta ciudad, cuna de la literatura cubana.

El nuevo café literario Tengo —nombre de un poema de Nicolás Guillén—, ubicado en el restaurado local del Centro Provincial del Libro y la Literatura (CPLL) Enrique José Varona, en la histórica Avenida de La Libertad (La Caridad), no solo es uno de los regalos de los artistas agramontinos al Día de la Cultura Cubana, sino que se suma a la red de espacios similares creados durante la pandemia (Sóngoro cosongo, Motivos de son y Elegías) para la promoción de la lectura y de la excelsa obra del Poeta Nacional.

El café literario Tengo, junto a los de Sóngoro cosongo, Motivos de son y Elegías, es un homenaje a la excelsa figura y obra de Nicolás Guillén y un lugar para la creación artística. Foto: Yahily Hernández Porto.

Durante la inauguración participaron las máximas autoridades del territorio. Foto: Yahily Hernández Porto.

Yunielkis Naranjo Guerra, director del CPLL en Camagüey, dijo a Juventud Rebelde que el laboreo constructivo y de reanimación se extiende a librerías y otros centros literarios y culturales de la provincia, para convertirlos en espacios profundos de reflexión creadora, a tono con los tiempos que corren, donde el público departa con sus escritores y artistas y conozca sus obras.

Naranjo Guerra agradeció el apoyo incondicional del Partido, el Gobierno y la Dirección de Cultura en este empeño por transformar escenarios para la creación y promoción artísticas en la comunidad.

Aseguró que escritores y artistas experimentados y noveles tienen en el CPLL una casa, un palacio de musas para la creación cultural y para el rencuentro, cuando las condiciones epidemiológicas lo permitan.

Destacó que durante esta importante inversión en diferentes zonas de la ciudad y municipios agramontinos se han ejecutado más de nueve millones de pesos en reparación, reconstrucción y mantenimiento de los centros, y otros seis en la compra y montaje del mobiliario.

Explicó que las labores de reconstrucción en escenarios culturales de Camagüey no culminan, y que a pesar de las limitaciones se impone el empeño de muchos por transformarlos.