Bienal Autor: Maykel Espinosa Rodríguez Publicado: 11/05/2019 | 09:43 pm
Definitivamente la 13ra. Bienal de La Habana transformó a la capital cubana y a varias provincias del país, como Pinar del Río, Matanzas y Cienfuegos, en una gran galería. Durante un mes hubo arte por doquier en este evento que concluye hoy y que nos ha puesto en contacto con mucho de lo mejor de las artes visuales contemporáneas.
La Nube, un proyecto artístico, pedagógico y tecnológico gestado por alumnos y estudiantes de la Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro, estuvo entre las propuestas más atractivas. Se trata de una exposición muy bien pensada y a tono con las tendencias más actuales del arte, que abrió al público desde el pasado 15 de abril en las dos galerías del afamado centro de enseñanza. Es en ellas donde «se suben» obras que responden al concepto del arte más tradicional, desde la pintura, la escultura y el grabado, hasta llegar a la relación entre lo físico y lo virtual.
Lesmes Larroza González, director de la Academia, explicó el porqué de la propuesta. «En un mundo dominado por la tecnología la enseñanza artística no debe quedar ajena a ese fenómeno. Actualmente resulta muy frecuente ver a un estudiante de arte o a un ciudadano común con un tablet o un dispositivo móvil buscando la manera de comunicarse, de crear, de gestionar también la cultura. Hoy todo lo guardamos en “la nube” para después socializarlo, compartirlo en las redes sociales...
«Pero ese término tiene otras acepciones muy populares. Si, por ejemplo, pasamos por un aula y hallamos un estudiante que no está prestando atención, entonces decimos: “anda en las nubes”. La palabra en sí misma encierra una serie de simbologías, tanto desde lo artístico como desde lo pedagógico y tecnológico. Es por eso que el proyecto central lo llamamos de ese modo».
En estos intensos días de Bienal, todo el edificio estuvo en función del evento. «La relación artístico-pedagógica es lo que defendemos. Pero eso no excluyó la participación de artistas invitados, de nuestros egresados, cuyas obras se exhiben en otros espacios físicos de la institución. Asimismo, cada cátedra aportó su experiencia, de modo que los resultados más sobresalientes de cada especialidad han sido presentados en las aulas. Durante estos días, además, se han defendido públicamente, como parte del ejercicio académico, algunas tesis de grado».
Del vínculo de San Alejandro con el evento de las artes visuales más significativo que se realiza en Cuba también habló el joven escultor. «San Alejandro se ha venido “robando” un espacio de la Bienal desde el año 2000, cuando tuvo lugar la séptima edición. En aquel momento yo era estudiante de la Academia y para mí fue una motivación muy grande que mi maestro Ramón Casas, destacado escultor ya fallecido, nos invitara, mientras cursaba mi tercer año, a participar de un proyecto que se llamó Iroko y que se realizó en las inmediaciones de un parque en Vista Alegre, en la Víbora, cerca de donde él vivía. Fue una experiencia espectacular. Un estímulo enorme.
«La diferencia en esta ocasión radica en que el espacio es oficial. Logramos insertarnos verdaderamente. Nos convertimos en una de las subsedes del evento y así aprovechamos para con La Nube rendirle un homenaje al Comandante en Jefe, quien visitó San Alejandro el 21 de enero de 2001».
Entonces Lesmes Larroza González rememoró la visita de Fidel a la escuela cuando él aún no se había graduado. «Fue un hecho trascendental, la única oportunidad que tuve de interactuar físicamente con él. Después de escuchar la historia de la institución, las cifras, los datos, recuerdo que hizo una pregunta muy puntual: ¿cómo se inserta la enseñanza artística y las artes plásticas en los nuevos medios y con los nuevos medios? En aquel momento las máquinas eran Pentium, estábamos saliendo del lenguaje Basic para incorporarnos a otros más avanzados, y ya Fidel estaba haciendo esa pregunta.
«Hubo como una especie de “negociación” docente, metodológica, pedagógica, y Fidel dijo: si ustedes logran tener un espacio en unos 15 días, aunque sea un boceto, una aproximación a lo que serían los nuevos medios y el arte digital dentro de la enseñanza artística, nosotros haremos un esfuerzo para poner el mínimo de recursos indispensables. Comenzó como un proyecto, un taller, y a partir de 2003 se formalizó como la Cátedra de Nuevos Medios... Por eso este necesario homenaje».
Momento de noticias
Más allá de su inserción oficial en esta gran fiesta de las artes visuales, dos grandes novedades trae San Alejandro este año: el Curso para Trabajadores y el nivel elemental. «Son dos sueños sociales que habían quedado engavetados y que ahora salen a la luz renovados. Están en proceso, pero son firmes.
«El Curso para Trabajadores, llamado Nocturno, que cerró en 2011, había sido una de las grandes conquistas que San Alejandro nunca debió dejarse arrebatar. Desde entonces permaneció como un deseo dormido. Pretendemos reabrirlo en septiembre, con los planes de estudio readecuados para que pueda recibirse en tres años.
«Estamos esperando a tener en la mano la Resolución Ministerial para publicar la convocatoria. San Alejandro surgió por un Curso para Trabajadores, porque primero había que ganarse la vida y después estudiar».
Como requisito, hay que ser trabajador, no necesariamente vinculado con la cultura. Presentarse a exámenes de ingreso de la especialidad y tener hasta 40 años de edad en el momento de las pruebas. La matrícula será de 15 estudiantes y las clases se efectuarán en el horario de 4:00 p.m. a 8:30 p.m. Por el momento, los aspirantes tienen necesariamente que residir en la capital.
«También con tres años de duración, de manera experimental se implementará el nivel elemental de artes plásticas en el Sistema de Enseñanza Artística nacional. Todavía se estudia cómo llevar adelante ese proceso dirigido a estudiantes de 7mo. grado».
En la actualidad en la Academia se estudian disciplinas como pintura, dibujo, escultura, grabado, cerámica, ilustración, orfebrería, gráfica, fotografía y arte digital.