El coreógrafo Pedro Ruiz en el montaje de Un lugar en el tiempo, que será estrenado mundialmente este fin de semana. Autor: Gustavo Linares Parrado Publicado: 21/09/2017 | 06:48 pm
Será en el recién remodelado teatro Avellaneda de la ciudad de Camagüey donde el Ballet Contemporáneo Endedans inicie en grande, el venidero fin de semana, las celebraciones por su aniversario 15, que llegará en el venidero mes de mayo. Para la ocasión, la compañía que dirige la maestra Yaylin Ortiz Clavería ofrecerá un programa concierto con creaciones de Pedro Ruiz, quien ha reservado para los días 21 y 22 de enero, siempre a las 8:30 p.m., el estreno mundial de Un lugar en el tiempo.
En estas esperadas funciones, en que compartirá la escena con la Orquesta de Guitarras de Camagüey, bajo la batuta de Odelis Tamayo Ortiz, Endedans interpretará las obras Retratos en tus ojos y Medianoche junto a Un lugar en el tiempo, inspirada, a decir del coreógrafo cubano-estadounidense, en la ópera barroca. Se trata de una propuesta que «posee un alto nivel de ejecución técnica y se convierte en un reto para la compañía por su demanda física y técnica. Utiliza la sensualidad y la ironía como recursos expresivos, así como un refinado sentido del humor a través de la manipulación de la teatralidad danzaria», explica Ruiz en exclusiva a este diario, al cual anunció que para este significativo 2017 tiene en mente varias ideas de posibles coreografías, «porque es un año que no debe pasar por alto».
Lo afirma Pedro y de inmediato JR repara en el magnífico 2016 que vivió la compañía con el montaje de notables piezas que llevan su firma. «El trabajo con la compañía resultó verdaderamente muy fecundo, pues tuve la oportunidad de presentar cinco nuevas obras que ahora forman parte activa de su repertorio: Divertimento barroco, A él, Guajira, Frenesí y Medianoche. Fue muy gratificante que esos momentos en que mis coreografías se vieron por vez primera coincidieran asimismo con giras nacionales, hecho que me dio la alegría de apreciar la acogida que le otorgó el público en mi ciudad natal, Santa Clara, y en el lujoso Teatro Martí de La Habana», dice con orgullo el autor de Soledad que creó para el Ballet de Camagüey.
Asimismo, se hicieron más fuertes los vínculos de Endedans con Windows Project de Estados Unidos, al propiciar la visita a la sede del colectivo agramontino de bailarines y maestros norteamericanos que intercambiaron experiencias y conocimientos profesionales. «La participación de dos miembros de la compañía con el dueto Abrazo perdurable en el Fire Island Festival es un reflejo también de esa retroalimentación. En ese evento, en el cual confluyeron no pocas estrellas internacionales, la representación cubana consiguió una favorable recepción de la crítica y el público neoyorquino».
Solo el comienzo
Pero la puesta en escena de Un lugar en el tiempo es solo el comienzo, enfatiza la maestra Yaylin Ortiz Clavería. «Hemos diseñado un programa de actividades que en el primer semestre estarán encaminadas al montaje de nuevas obras de diferentes coreógrafos que hemos convocado, y a la organización de talleres de superación técnica para los bailarines.
«En el mes de mayo, etapa de celebración del aniversario, se efectuará un evento teórico con ciclos de conferencias, paneles y visionaje de obras en el que la temática fundamental será: El ballet contemporáneo y su inserción en la posmodernidad danzaria. Entonces habrá, además, dos temporadas de presentaciones en las que nos acompañarán reconocidas agrupaciones invitadas.
«Posteriormente a esta fecha se han proyectado giras hacia provincias claves en el desarrollo y promoción de la danza, donde pretendemos dar a conocer el repertorio estrenado y al mismo tiempo establecer relaciones con los estudiantes de las escuelas de arte, y la realización de presentaciones y charlas didácticas en la comunidad».
Graduada de ballet clásico en la Academia de las Artes Vicentina de la Torre, ex bailarina del Ballet de Camagüey, y egresada de Arte danzario, perfil ballet clásico, en el ISA, antes de comenzar a conducir los pasos de la compañía que fundara la maestra Tania Vergara, Yaylin abandonó el mundo de la danza para empezar a impartir clases de Cultura Cubana en la Universidad de Camagüey.
«Realicé la maestría en Cultura Latinoamericana y me dediqué a trabajar en la Universidad de las Artes como profesora de asignaturas teóricas en la carrera de Arte Danzario. Fue una labor que me llevé a las investigaciones sobre diversos temas respectivos a la danza en sus diferentes vertientes, de ahí que la estética e historia del Ballet Contemporáneo Endedans fuera una de mis principales atracciones.
«La dirección de Endedans me acercó de una manera muy distinta a la práctica danzaria. Como bailarina interpreté la danza clásica. Después no solo impartí clases en un salón sino que también encontré mi verdadera realización profesional en el campo de la crítica e investigación danzaria. Sin embargo, esta responsabilidad que he asumido con esta peculiar compañía ha despertado en mí una nueva inspiración.
«En este valioso proceso de enriquecimiento cotidiano que me ofrece la dirección se fusionan mis experiencias corpóreas como bailarina, la exigencia del profesor y la comprensión de este motivador fenómeno artístico en toda su dimensión. La posibilidad que me ofrece que la compañía sea precisamente de ballet contemporáneo, hace tangible y objetiva, desde la práctica danzaria, la idea teorizada por mí en múltiples ocasiones de que la danza es hoy una de las artes más heterogéneas, completas y cambiantes del arte contemporáneo, en tanto abre sus puertas constantemente a la utilización de códigos de otras manifestaciones y se apropia de ellos en la construcción de su mensaje artístico.
«La idea de no ser coreógrafa me abrumó en un inicio. En nuestro país estamos acostumbrados a la imagen del director de estas compañías de pequeño formato como un ente en el que se unen el maestro, el coreógrafo y el administrativo. Sin embargo, hoy esto es en mí un motivo más de disfrute, pues amo a la danza y puedo, desde mi mirada de especialista, disfrutar de los procesos de montaje de los coreógrafos con los que trabajo y, sobre todo, del camino estético que Endedans ha comenzado a transitar».