Uno de los momentos más emotivos del concierto fue el dúo de Descemer Bueno con Kelvis Ochoa. Autor: Roberto Ruiz Espinosa Publicado: 21/09/2017 | 06:03 pm
El compositor no solo da un vistazo pasajero a las pasiones, a esos sentimientos que el amor remarca, provoca. Descemer Bueno puede hacer canciones con sentimiento, y para ello no solo establece sus propias vivencias. Se une a otros colegas y vuelca en la música todo ese efecto humano que encierra la palabra amar.
Lo percibimos entre el viernes y el sábado pasados, en el teatro Karl Marx, de La Habana, en ese escenario que, como confesó el músico, lo intimidaba mucho. Pero fue esa una sensación disipada, que venció gracias al apoyo del «mejor público del mundo», el cubano.
Básicamente centrado en Bueno, disco popular en la Isla y que licenció para el archipiélago con la Bis Music, Descemer tuvo esta vez tres invitados (al menos en el concierto del viernes): Omar Hernández, Michael Sierra «el Micha» y Kelvis Ochoa.
Dos piezas de Omar Hernández sirvieron de oppening a una velada que sobrepasó la hora y media. Cuando el pianista Miguel Ángel Armas dio la nota de la tercera obra, y Omar comenzó a entonar Ella, Descemer entró a la escena para no alejarse hasta el final.
Algunas de las nuevas canciones del artista pudieron escucharse esa noche. En todas estuvo tatuada la señal del amor y aunque no lo acompañaron sus cointérpretes originales, Descemer las defendió con pasión. Así sucedió con Pastillas para dormir, que grabó con Estopa y que en esta ocasión tuvo como invitado al Micha; 360 grados, con Israel Rojas (Buena Fe); Llórame un río, con Waldo Mendoza; y Mátame. A esta última, adelantó, se le unirá la española Rosario Flores.
Momento climático lo constituyó Siete días en La Habana, en la que Bueno se reencontró con Kelvis Ochoa. Luego, ambos decidieron evocar el álbum Amor y música (Egrem) que hicieron juntos hace unos años y recordaron con Quédate a Santiago Feliú, un cantautor al que, como confesaron, le deben mucho.
No se dejó fuera del repertorio del Karl Marx a Bailando, ese sencillo suyo que incluyó Enrique Iglesias en el CD Sex and Love, y que grabado por el binomio Iglesias-Bueno y los cubanos de Gente D’ Zona, ya es un superéxito, avalado por tres Grammy Latino obtenidos el pasado noviembre.
Seguido por una banda de lujo donde sobresalieron Yaroldy Abreu en las congas, Antuán Perugorría en la batería, Miguel Ángel Armas en el piano y otros noveles músicos, Descemer Bueno defendió en dos noches en el coliseo capitalino que el amor es un sentimiento natural, saludable.
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