Liuba María Hevia. Autor: Liester Amador Publicado: 21/09/2017 | 05:59 pm
No se lo esperaba. Liuba María Hevia había llegado este viernes hasta la Universidad de las Artes, invitada por la Asociación Hermanos Saíz (AHS), pensando que se trataba de otro de esos gratos encuentros en los que comparte con los jóvenes escritores y artistas, pero esta vez se la «jugaron» bien.
Apenas entró al salón en el que se celebraba el Consejo Nacional de la Asociación y donde este compartía con parte de la dirección y estudiantes del ISA, cuando la sorprendieron de veras: «Querida Liuba, en nombre de los asociados de toda Cuba te estamos declarando Miembro de Honor de la AHS... Claro, si aceptas», le anunció el diseñador Rubiel García González, presidente de la organización.
Y su respuesta arrancó fuertes aplausos y abrazos múltiples: «¡El honor es mío! He compartido tanto con la Asociación, la he “molestado” tanto..., y ustedes solo siguen llenándome de regocijo. ¿Qué puedo decirles? Sigo con el pánico del primer día y asombrándome con señales de amor como estas».
Como para ese momento ya había finalizado el balance efectuado por el Consejo, que analizó cuánto se había avanzado un año después de un II Congreso que insistió en la importancia del acercamiento a la academia y en lo estratégico que es para la organización reactivar la célula del ISA, Liuba se olvidó que andaba sin guitarra y regaló el tema que nombra su concierto del 13 de diciembre, a las 8:30 p.m., en el Mella: Luna del 64.
Será un concierto que, según comentó a JR, cerrará un excelente año, en el que se dio a conocer su singular libro Tantas vidas (Ediciones Cubanas), que recoge crónicas, entrevistas, fotografías, los textos de 84 canciones, un disco... Y como si fuera poco en Tantas vidas están las consideraciones de Brouwer, Silvio, Senel, Padura, la Valdés, Amaury, Pablo, Formell, Adalberto...