El actor y director teatral Yasser Velázquez. Autor: Reynaldo Labrada Publicado: 21/09/2017 | 05:53 pm
Dudo que ahora mismo haya en Holguín alguien con una sonrisa más amplia, que evidencie mayor satisfacción que la del actor Yasser Velázquez Fonseca, director de Trébol Teatro. Así lleva varios días, desde que su nombre se escuchara repetidas veces durante la premiación del festival del humor Aquelarre 2014. Y es que este joven fue responsable tanto del éxito de su colectivo, como del grupo Etcétera, del cual forma igualmente parte.
Con Cierra la boca, Trébol Teatro conquistó el premio al mejor espectáculo teatral, mientras Etcétera arrasaba en el evento, al resultar Circo al sol la propuesta más sobresaliente de todas, y agenciarse, claro está, la máxima distinción como espectáculo humorístico, colocar en el peldaño más alto a la actriz Venecia Feria y propiciarle una mención, en el apartado de actuación masculina, al mismísimo Yasser.
«La acogida de Cierra la boca fue sorprendente. Compitió con otros diez espectáculos y salió muy bien, lo que me dio, como director y actor, un beneplácito inmenso», afirma a Juventud Rebelde por vía telefónica este miembro de la dirección nacional de la Asociación Hermanos Saíz (AHS), “abusando” de la gentileza de la licenciada en Comunicación Social Freymi Díaz García, del equipo de la sede nacional de la organización, quien se dispuso a teclear sus respuestas.
«Justamente con Cierra... se fundó Trébol Teatro hace un lustro, así que es una puesta que tuvo en el Aquelarre su función 175, es decir, que ya había madurado suficientemente. Creo que le hemos hecho un buen regalo a mi ciudad, a mi provincia y a nuestro colectivo, que espera que este resultado le dé mayor jerarquía. No trabajamos para premios, pero siempre hacen falta».
—¿Cómo reaccionó el público capitalino con estas dos presentaciones?
—Con Cierra la boca, que es un espectáculo más calmado, con un lenguaje más teatral, el público reaccionó muy bien. Con Etcétera, sin embargo, fue una explosión. El Mella lo ovacionó en varias ocasiones. Una experiencia emocionante, porque comprobamos que nuestras obras funcionan más allá de nuestras fronteras.
—Holguín estuvo muy bien representado en el Aquelarre...
—Sí, este año también fue premiado el dúo Caricare. Villa Clara igual se destacó. Creo que la mayoría de los galardones se quedaron en estas provincias. Eso da señales de que fuera de la capital se realiza un trabajo fresco, contemporáneo.
—¿Es la misma situación que muestra el teatro, en sentido general?
—Bueno, creo que los teatristas necesitamos tener más referentes. Sucede que las obras de valía, que pueden ayudarnos a abrir más los ojos en cuanto a las tendencias más contemporáneas, no llegan a las provincias. En los festivales, como el Internacional de La Habana o el de Camagüey, a veces los grupos más jóvenes no clasificamos, por eso desde Holguín tuvimos la idea, hace ya varios años, de crear un espacio donde podemos representar nuestras obras, nuestros trabajos, dialogar no solamente entre nosotros, sino también con otras generaciones de creadores, intercambiar con críticos, etcétera.
«Con el auspicio de la AHS, el Festival de Teatro Joven ha sido un espacio necesario para la confrontación, donde han participado colectivos como Mirón Cubano y El Portazo; Teatro El Público, con obras escritas por Rogelio Orizondo... Por suerte, el II Congreso de la organización ha ayudado a que las instituciones apoyen estos eventos pequeños, aunque igual deberían tener más presencia en los medios».
—¿Por qué si tienes tu propio proyecto, te integras a Etcétera?
—Llevo con Etcétera, de manera oficial, aproximadamente un año. Está constituido por cuatro actores. Su director, Eyder Luis Pérez, posee muy buen concepto de lo que significa el humor teatral y esa fue una de las razones que me atrapó de este grupo, porque a veces hay diferencias entre los humoristas y los teatristas en el modo de ver un espectáculo. Este es un grupo que respeta los códigos del teatro y se preocupa porque jamás fallen el entrenamiento de los actores, los ensayos, el trabajo de mesa; que observa porque se mantenga el rigor de los montajes, todo lo cual incide positivamente en sus propuestas artísticas.
«Etcétera no busca la risa por la risa, es decir, no solo le interesa que el público se divierta, sino que también reflexione. Eso es lo que persigue un espectáculo como Circo al sol, cuyo guión es también de Eyder Luis, con el que competimos en el Aquelarre».
—Cuéntame más de Cierra la boca y Trébol Teatro...
—Cierra la boca es una pieza escrita y dirigida por Yunior García Aguilera, y una magnífica comedia. Antes de estar en La Habana participó en una especie de preAquelarre que acá nombramos Satiricón.
«Cuando Yunior y yo nos graduamos de la Escuela Nacional de Arte en el año 2003, nos ubicaron en colectivos de teatro para niños. No nos pareció mal, pero nuestra formación estaba más encaminada hacia lo dramático. Como en Holguín no existía en ese momento ningún proyecto que trabajara esa línea, decidimos fundar Trébol Teatro en el 2004, pero como parte de otro grupo. Realizados así dos puestas en escena: Malos presagios y Baile sin máscaras, con las que obtuvimos premios en el Festival de pequeño formato de Santa Clara, en el nacional Teatro sin fronteras, de Ciego de Ávila... Luego hicimos una pausa hasta el 2009, cuando decidimos independizarnos. Regresamos a la escena justo con Cierra la boca.
«Yo soy el tercer director de Trébol. Está conformado, en su mayoría, por egresados de las escuelas de artes. Los compromisos de trabajo de Yunior y míos nos impedieron asumir la dirección general, responsabilidad que recayó primero en Rosa María Rodríguez. Dos años después esta destacada actriz le pasó el batón a Pedro Pablo Moreno Hung y, bueno, ahora me tocó a mí.
«Te puedo asegurar que es una tarea superdifícil, porque no es únicamente estar pendiente de lo creativo, sino también de la producción, para que el grupo intente mantenerse a la vista. Eso le cuesta mucho a los grupos jóvenes que tienen que funcionar sin apenas condiciones, por lo general sin locales para trabajar, pero al menos en el caso de Trébol nos hemos propuesto que nada de eso constituya un problema que limite nuestra creación».
—¿Cuán favorable ha sido contar con Yunior García, graduado del ISA, como dramaturgo del grupo?
—Mucho. Todo lo nuestro lleva su firma. La gente pregunta por qué, que si estamos «casados» con Yunior, y como actor y director te puedo asegurar que dejaremos de representarlo el día que su propuesta no nos interese, no sea relevante, revolucionaria. Pero hasta la fecha siempre nos ha conmovido, emocionado, convencido, con sus piezas novedosas. A Trébol Teatro le complacen sus obras arriesgadas. Sin dudas es un dramaturgo que se ha ganado un alto reconocimiento nacional e internacional. No en vano obtuvo la beca para escritores emergentes del Royal Court Theatre de Londres, y ha viajado a varios países con sus piezas teatrales. Eso le ha permitido también traernos diversas maneras de hacer teatro en el mundo hoy, lo cual nos enriquece mucho.
«También es una ganancia inmensa tener un dramaturgo que sea, al mismo tiempo, el director artístico del grupo, que conoce a fondo las potencialidades de cada uno de los actores, y va escribiendo en función de eso. Va pensando la obra teniendo en mente quién interpretará cada personaje».
—¿Qué importancia le concedes a una organización como la AHS?
—Vital, porque es la que visualiza los proyectos, no solamente de teatro, sino el arte de vanguardia que realizan los jóvenes de este país. La AHS los encamina, los apoya, les crea espacios para sus presentaciones; propicia el intercambio que nos permite retroalimentarnos y crecer.
«Para mí ha sido esencial. Por medio de la Asociación he podido desarrollar mi obra, promocionarla. Pero también sucede con la de los otros, porque las puertas siempre están abiertas para todo joven artista con alguna inquietud, o con deseos de hacer y superarse».