Sabb no es una palabra árabe, pero los árabes la emplean con frecuencia, sobre todo los de Marruecos. De ella se deriva zape, que es la voz familiar para ahuyentar a los gatos en España. De ahí el verbo zapear, espantar al gato y, familiarmente, ahuyentar a alguien. También zape sirve para manifestar extrañeza o temor al enterarse de un daño ocurrido o para denotar el propósito de no exponerse a un riesgo que amenace. Los cubanos decimos en casos como este último: «Pa’su escopeta» o «¡Los fósforos!».
No digas: «Me encanta mucho». El encantamiento no tiene grados; te encanta o no te encanta algo o alguien. No te encanta ni mucho, ni poco.
Corrijamos algunos errores comunes: En «no obstante a eso» sobra la a. Di: No obstante eso. «A cabalidad» no es correcto; usemos: cabalmente. Cotidianidad y no «cotidianeidad». Puedes ser amante de o aficionado a, pero nunca: «amante a» ni «aficionado de». Pronuncia: escena, escénico, escenario, así: esena, esénico, esenario; nunca: eccena, eccénico, eccenario, como hacen tantos.
«Subí y bajé al cuarto» es un disparate. Si subes al cuarto, no bajas a él, sino de él, por tanto: Subir al cuarto y bajar de él. También: Ese subir y bajar me cansa. Tampoco: «Fui y vine a Pinar del Río». Vas a Pinar del Río, pero no vienes a él, sino de él. Así es que: Fui a Pinar del Río y vine de allá.
Recuerde el uso inútil de la frase: «lo que es» (ejemplo: Me ocupo de lo que es la mecánica). Di simplemente: Me ocupo de la mecánica. No «vuelva y repita». Emplee una de las dos; piense que la lengua es ahorro. Mucho menos lo utilice como una muletilla; es horrible. Eso de «las otras noches lo vi» constituye un dislate inaceptable. Peor aún es: «Ahoras noches lo vi». Di: La otra noche, el otro día. «Eres un pizpireto» es incorrecto. Pizpireta es un adjetivo familiar de origen onomatopéyico, que se aplica a la mujer viva, pronta y aguda.